La Humanidad cíclicamente se ha visto sometida al desarrollo intempestivo de diversas epidemias y enfermedades que han conculcado su vida entera, obligando a las sociedades a cambios que eran insospechados.
Pero superadas esas instancias, han surgido periodos artísticos importantes, como el Siglo de Oro o el Renacimiento. Grandes etapas de crecimiento del arte y la cultura. Será esta post pandemia una puerta hacia la renovación de los conceptos con que se mueven y manifiestan los pueblos?
Estarán los funcionarios de las instituciones supranacionales como ONU, OEA, OMS a la altura de la circunstancias?
Se supone que cuando la actual contingencia termine, pueda haber un nuevo humanismo, donde se ponga en el centro a la cultura, la cooperación internacional y el combate a la pobreza, constituyendo una globalización de nuevo signo. Pero los acontecimientos a los que asistimos de violencia y represión en distintos lugares del mundo parecieran desmentirlo.
¿Para qué sirve la cultura en estos momentos? Nos permite pensar e intentar construir un mejor futuro. Pero para ello, es necesario prestar atención a la cantidad de falencias y desigualdades que la epidemia COVid ha dejado al descubierto en lo estructural en las comunicaciones, en las carencias habitacionales, alimenticias y sanitarias por todo el orbe, marcando fuertemente las diferencias entre países pobres y países ricos.
Aún asi la cultura ha trabajado duro desde lo individual y desde las instituciones para aplanar la curva y tratar de llevar mayor calidad de vida a los ciudadanos. Los estudios realizados por el CONICET y las Universidades argentinas demuestran que el aporte del arte a través de los medios de comunicación y de la información han sido valiosos para superar el encierro, la apatía y la depresión. .
En función de ello, es necesario revalorar el trabajo de quienes se dedican a todas las artes, a la educación artística que son quienes refuerzan el vínculo entre sociedad, ciencia y humanismo. Integrar a la Cultura en los Objetivos de Desarrollo Sustentable que se perfilan hacia 2030 como ejes de las sociedades.
La crisis de salud quizás permita también abandonar un sistema basado en el acelerado ritmo de vida, la urgencia, la demanda del ya! Y facilite la creación de un pensamiento critico que permita delinear un mejor futuro, más solidario y creativo. Un llamado para pensar en cómo construimos una nueva sociedad más horizontal e igualitaria.
MARISA CHAZARRETA – Directora de GECULT Gestión Cultural.
Posgrado en Gestión y Política en Cultura y Comunicación.
IMAGEN: Leon Ferrari
Museo de Bellas Artes Juan B. Castagnino-Rosario