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Vicentin en tratativas para retomar la actividad en las plantas de Avellaneda y Ricardone

Las plantas que la agroexportadora Vicentin tiene en las localidades de Ricardone y Avellaneda, en el sur y norte de Santa Fe, se encuentran paradas desde hace casi una semana. Sin embargo, la situación se agravó el pasado jueves, cuando se apagó la caldera del norte provincial cortando el suministro energético a otras dos fábricas que dependían de ella. Además, la firma, que aún debe los sueldos de marzo, anunció que, si prosperan algunos acuerdos, podría adelantar un 25% de estos haberes.

Un repaso de los últimos acontecimientos. El viernes 5 de abril por la noche, Vicentin informó que, ante la caída de contratos de fasón, estaba obligada a parar la actividad en las dos plantas; mientras que el domingo comunicó que no disponía de fondos para cumplir con sus obligaciones, entre ellas el pago de los salarios de marzo. En este contexto, el pasado viernes 11 de abril por la mañana se realizó una audiencia en la ciudad de Reconquista -que fue seguida por plataformas virtuales desde el sur santafesino-, en donde se exigió que la empresa presente una serie de informes ante la Justicia en un plazo de tres días hábiles -que vence el miércoles-, para tratar de diseñar un plan de pago a los empleados.

La situación en la planta de Avellaneda es compleja: el martes a la noche se terminó de parar toda la actividad y sólo seguía funcionando la caldera, que también abastece de energía y vapor a Friar y Buyanor, dos empresas que nada tienen que ver con el concurso preventivo de Vicentin.

No obstante, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceitero (Soea) de Reconquista, Leandro Monzón, informó a Conclusión que desde el jueves la caldera está apagada, lo que afectó la producción de estas dos firmas y agravó la situación laboral en el norte santafesino.

Medios del norte santafesinos indicaron que las plantas de Friar y Buyanor ubicadas en el Parque Industrial de Avellaneda están “paradas y sin poder trabajar, con decenas de trabajadores con enorme incertidumbre y temor por su fuente laboral”.

El vienes a la noche, minutos después de la audiencia, los directivos de Vicentin publicaron un comunicado que encendió una luz de esperanza en los trabajadores. Es que aparentemente en la audiencia la Unión Agrícola Avellaneda y Bioenergías S.A ofrecieron adelantar el 50% del precio de sus respectivos fasones de girasol y de etanol.

“De ser ratificadas estas propuestas por las vías correspondientes , Vicentin estaría en condiciones de poner en marcha nuevamente las plantas de Ricardone y Avellaneda y abonar la semana que viene un adelanto del 25% de los salarios de todo el personal correspondiente al mes de marzo, y de regularizar además los compromisos comerciales más urgentes como transporte, energía consumida en este proceso, insumos de producción, aportes y contribuciones. Esto debería permitir el giro de la empresa durante lo que resta de abril, comprometiendo además otro adelanto de aproximadamente 25% de los salarios al fin de este mes, en la comprensión de que los servicios de electricidad y gas no serán interrumpidos durante ese período”, apuntó el comunicado, firmado por el directorio.

Y añadió: “De recibir la confirmación formal de ambos clientes y la aceptación de estas condiciones por los sindicatos y el personal fuera de convenio, este principio de acuerdo entre empresa, trabajadores, clientes y sector público -todavía insuficiente para superar la grave situación actual- puede representar el principio de una salida racional hacia la estabilidad que toda la comunidad necesita, requiere y persigue”.

En sus dos plantas, la cerealera tiene 1.300 trabajadores y directos y 3.000 indirectos, quienes hace una semana que no pueden trabajar ni reciben sus salarios.