Luego de las diversas polémicas y preocupaciones por el DNU del presidente Javier Milei, desde Así es Nuestra Vida pudimos dialogar con Lucas Micheloud, uno de los máximos referentes de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, y nos habló sobre las consecuencias que puede sufrir nuestro país en caso de que se aprueben modificaciones de ciertas leyes por el Decreto de Necesidad y Urgencia.
En una charla muy interesante e importante, el Docente Universitario y Co-Director Ejecutivo de la AAAA, dijo lo siguiente:
«Nosotros estamos sumamente preocupados con el proyecto de ley ómnibus en lo que es el acápice ambiental, más allá de tener 665 modificaciones. Ir hacia el corazón de la legislación ambiental argentina con dos leyes que son bisagra clave en nuestra historia, como la ley de bosque y la ley de glaciares. Ya está en vigencia el DNU, el 70, que avanzó con una derogación que ha sido totalmente desacertada, que es por otro lado una entrega de soberanía nacional y sobre nuestros bienes comunes, como es la derogación de la ley de tierra. Eso hay que ponerlo en un contexto donde Milei, ya en la campaña previa a coronarse como presidente, había hecho declaraciones totalmente polémicas donde habilitaba en alguna medida la contaminación de los ríos».
«Entonces, negar hoy el cambio climático o habilitar la contaminación de los ríos fue como el punto de partida de la libertad de avanza del grupo ultraderecha para ahora avanzar con modificaciones claves en la legislación. Y creo que no solamente representa una enorme regresividad ambiental, sino que las consecuencias que va a tener si esto avanza, si nuestros legisladores y legisladoras, al menos haciendo una interpelación a los de Santa Fe, acompañan esto, se va a traducir sin lugar a dudas en mayores niveles de desigualdad, de pobreza, mayor calentamiento global, mayor crisis hídrica, mayores pérdidas económicas, porque esto tiene una variable económica muy clara, muy nítida: la afectación de los ecosistemas con las variables económicas. Porque cada cosa que movemos de su lugar altera otra y la rueda sigue y el deterioro se hace inminente e irreversible. Si nosotros vendemos, movemos o sacamos tierras o hielos cercanos a los glaciares, que es el reservorio que tiene el mundo de agua dulce, realmente la catástrofe que se genera no es solamente para nosotros los habitantes de Argentina, sino para las futuras generaciones del mundo».«Dejar que vengan barcos pesqueros y se lleven nuestra producción me parece una aberración, porque a nosotros no nos permiten hacer eso en otro país. Cualquier país tiene mínimamente controles. Nadie garantiza que dentro de un par de años no se repita lo que vivimos con nuestros humedales, lo hemos tratado muchas veces, y si no hay una ley de fuegos, si no hay un ahorro, un recurso puesto para una catástrofe, ¿cómo hacemos?».
«¿Te acordás cuando se decía vienen por el agua? Bueno, es esto. Están viniendo literalmente por el agua, por los suelos, por los ecosistemas asociados al suelo, como los bosques y los humedales. Hay dos bienes que sin ellos es imposible sostener la vida, que son la tierra y el agua. Y es a donde está apuntando la reforma de la ley ómnibus, modificar por un lado los ecosistemas forestales, la tierra, es decir, habilitar nuevas deforestaciones para cambiar el uso del suelo hacia negocios inmobiliarios, hacia desarrollos agro extractivos y por otro lado el agua, es decir, modificar la ley de glaciares para permitir las actividades mineras en zonas de periglaciares, que es donde nacen los ríos y donde se regulan los ciclos hídricos».
«Están avanzando sobre bienes comunes, colectivos, no renovables y finitos. Hubo un consenso en Argentina, un consenso democrático, parlamentario, donde todas las fuerzas políticas dijeron esto hay que proteger, esto hay que cuidar y ahora, de manera express, en un trámite parlamentario donde no existe un debate profundo, donde se mandan cosas por DNU, facultades que se pretenden delegar que son absolutamente inconstitucionales, rompe con esa tradición democrática institucional, ambiental, pero además es muy servicial a los intereses corporativos concentrados de nuestro país».
«La modificación de la ley de bosques tiene tres responsables muy claros, Eduardo Einstein del grupo CRESUD, que es uno de los mayores terratenientes de nuestro país, casi un millón de hectáreas para ponerlo en dimensión y que ya desmontó 120.000 hectáreas y pretende seguir desmontando. Mauricio Macri con el grupo SOGMA Fincayuto ya desmontó 6.000 hectáreas y quiere ahora precisamente seguir desmontando en zona amarilla otras 10.000 hectáreas más y Luis Caputo, el actual ministro de Economía, que ya desmontó 500 hectáreas en el departamento Copo, en Santiago del Estero y que quiere seguir desmontando, quiere seguir avanzando sobre los últimos bosques nativos. Entonces, no es que estas son reformas ingenuas, abstractas o genéricas, sino que son personas de carne y hueso, empresarios, políticos, que están hoy siendo funcionales a la entrega de nuestros bienes comunes. Por eso es importante que nuestros legisladores, los legisladores santafesinos, se opongan a la modificación de estas leyes ambientales y que rindan cuenta también con los ciudadanos, con las ciudadanas en el territorio santafesino, porque hasta hace muy pocos meses atrás estábamos discutiendo una ley de humedales».«Ahora, lejos de discutir la ley de humedales, estamos discutiendo reformas regresivas sobre las leyes ambientales. Realmente preocupa y mucho, y molesta demasiado que esos señores estén ocupando un gobierno por hacer una coalición fuera de todo lo que uno podía prever que sucediera. Gente que perdió una elección, termina gobernándonos y un presidente ausente, un presidente totalmente ausente en el debate, admitiendo y dejando correr todo lo que este grupo económico le diga. Realmente esperemos que los legisladores no sean presionados o dejen sus egos de lado, sus ideologías, estar en contra por estar en contra. Uno escucha que gobiernan en contra de, a mí me gustaría que gobiernan a favor de los argentinos y de la Argentina, y eso es lo que no está sucediendo».
«Por un lado, Milei ganó con el 56% de los votos, pero esas personas que votaron, no votaron para que vengan a destruir o para que habiliten el saqueo de las cuencas fluviomarítimas, los glaciares, los bosques, los humedales, la extranjerización atroz que puede venir sobre nuestras tierras. Por eso, no hay razones objetivas, serias y fundadas y la gente tiene que ponerse muy críticos con este aspecto porque están en juego los derechos de sus hijos, de sus nietos, de las generaciones futuras, de su presente e incluso de su economía doméstica también. Entonces, nosotros en ese contexto iniciamos una rueda de conversación con distintos legisladores y legisladoras. Estuvimos participando en la Cámara de Diputados, exponiendo a través del doctor Enrique Viales, que es el presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas».
«Formamos parte junto a otras organizaciones de una iniciativa que se llama SalvaLasLeyesAmbientales.org, donde estamos juntando firmas. Arrancó con 1.500, ahora ya hay cerca de 9.000 firmas que van a ser puestas a disposición de los parlamentarios de manera sincrónica. Es un formulario muy simple, hay que completar los datos y firmar para solicitar de que se rechace la modificación a estas leyes ambientales que comentábamos. Hoy tienen un desafío histórico los legisladores y las legisladoras, más allá de los intereses que puedan representar, no hay motivo alguno para poder habilitar la contaminación, habilitar el saqueo, la entrega, la pérdida de soberanía sobre los bienes comunes que nos pertenecen a todos y que son cada vez más importantes a pesar del negacionismo climático, a pesar de la ceguera ambiental de la mayoría de nuestros funcionarios públicos, que disocian, la crisis climática con las inundaciones, la sequía con el calentamiento global y las pérdidas económicas millonarias con la atropización sobre los ecosistemas forestales».
«Tenemos que empezar a defender punto por punto esta ley ómnibus que no nos favorece a ninguno de los argentinos, solamente a un sector muy reducido, que ya nombramos a algunos de ellos y hay otros tantos, sobre todo sectores que fabrican alimentos también, que también están dentro de este grupo».
Entrevista completa con Lucas Micheloud, integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.