Fabian “Zorrito” Von Quintero & Gustocks se presentaron anoche en Rosario en el marco del ciclo “Rock en el Anfi”, organizado por la Secretaria de Cultura de la Municipalidad de Rosario. El templo de la música del Parque Urquiza se llenó de gente que celebró cada una de las 15 canciones que sonaron a lo largo de las casi 2 horas de show. Junto a su sólida banda The Gustocks, que lleva a Ike Parodi (Vudú) en la voz líder, y a otros virtuosos artistas de la ciudad, el rockero interpretó varios himnos del rock nacional y alguna que otra perla de la música extranjera.
A las 20:27 de la noche, ni un minuto más, el anfiteatro recibió a su anfitrión, el Zorrito, quien con sus brazos descubiertos y gafas oscuras, pisó el escenario con la triunfal humildad de alguien con décadas de rock encima acompañando a figuras como Charly Garcia, y formando parte de bandas como Ratones Paranoicos. El público con distancia protocolar entre si, con barbijo, en burbujas de 2, 4 y hasta 6 personas, cumpliendo protocolos de manera inmejorable, recibió a la banda con el aplauso y el respeto que amerita, también con fuerte entusiasmo dado que ante la postergación del show debido al pronóstico climático, la música se hizo desear por 24 hs más.
“El Fantasma de Canterville”, fue la elegida para comenzar. Nada mejor de un tema de su incondicional Charly para dar inicio a “Rock en el Anfi”. Ike Parodi encarnando la voz líder de la banda, rugió sus agudos de principio a fin, con justa causa el Von Quintero lo denominó “la mejor voz de Rosario”. Acto seguido, soltó el bajo y se apropicuó en el piano ubicado al costado derecho del escenario para dar paso a la melodía inicial de “Pasajera en Trance”, también de García. En ese momento Adriana Coyle, se apoderó del escenario con su envolvente voz logrando una versión visceral con un ápice desgarrador. Luego se sumó Ike para interpretar junto a ambos Maybe I’m Amazed, del beatle Paul McCartney, en donde el Zorrito se lució en el bajo, y Coyle logró con sus agudos una fusión de voces que logró emocionar al público. Así, la cantante dejó el escenario a tono para que comiencen a lucirse el resto de los artistas rosarinos, como Caburo, que lo dieron todo en cada tema.
Llegó el turno de rendirle homenaje al “padre fundacional del rock argentino”, según lo definió Von Quintero a Litto Nebbia. Así sonó “Solo se Trata de Vivir”, como una forma de homenajear también a Rosario, interpretada junto a Fabián Gallardo, Palmo Addario y Vitto Parma, que aportó con su canto la calidez que requiere éste canción inoxidable.
El Zorro mantiene esa misma sagacidad seductora de todo rocker, con la que se apoderaba de la pantalla de MTV cerca de la medianoche, cuando conducía “El After”, donde mostraba esa faceta melómana que vuelve tangible en el escenario, donde interpreta sus instrumentos con destreza y oficio, y un swing personal que no cualquier músico obtiene facilmente.
Avanzada la noche, llegó el power femenino al anfiteatro cuando Pau Soka y Lisa Polichiso, se adueñaron del escenario junto a Ike Parodi para realizar una versión explosiva de “El Peso”, tema que Charly Garcia reversionó hace más de veinte años, cantado en inglés y el estribillo en español. Sofi Pasquinelli se impuso durante la canción con un solo de guitarra sobresaliente que acaparó todos los sentidos. “No te Alejes Tanto de Mi”, tema de Spinetta, sonó en la voz de Pau Soka, con el Zorro en el bajo bailando y moviendo sus bucles marrones de un lado a otro. Ésta no sería la única canción que sonaría del “creador del rock nacional”, según el artista, ya que al poco tiempo la cantante Flor Croci (Voz de Alto Guiso) interpretaría «Bajan» (de Pescado Rabioso) para conmover al público con una versión respetuosa y potente junto con su guitarra y a dúo con el Zorrito Quintero, quienes nos llevaron a “volar un rato en un viaje musical, para sentir la música en todos lados”, según anticipó el rocker. Y cumplió.
El talento que reside en la ciudad y se encuentra en expansión constante es interminable, y claro ejemplo de eso son artistas como Pablo Pino (Voz de Cielo Razzo), quien empuñó su voz para una versión melancólica de “Polaroid de Locura Ordinaria” de Fito Páez, otro rosarino mundial. Luego llegó el momento de amainar y generar un momento íntimo, así fue que se ubicó en el piano, acompañado en otro extremo por el tecladista de la banda. “Yo tengo un jefe que es el mejor”, soltó halagando a Charly Garcia, y a los pocos segundos soltó dos melodías sublimes: “Cinema Verité” y “Desarma y Sangra”, ésta última interpretada por Fabian Gallardo. Hay que tener valor para reproducir en el piano esos sonidos tan complejos que Garcia ha ejecutado de una forma magistral, y Von Quintero logra el cometido imprimiendo su cello particular.
Un 11 de abril, hace 35 años atrás interpretó “En la Ciudad de la Furia” junto a Soda Stereo, según recordó, “una banda de raros peinados nuevos”, y no iba a dejar pasar la oportunidad de reivindicar ese momento. Sofi Pasquinelli volvió a escena con su guitarra para interpretar ese himno de Soda, junto a Nico Pombo, de Chicos Vaca. No hubiese estado de más que suene algún tema de los Ratones Paranoicos durante el show ya qué pasó varios años girando con Juanse y Sarcos, sin embargo el rock and roll vendría de la mano de la vieja escuela de los años ‘70. “Un rock and roll bien gritado, sucio, fuerte”, nada podría definir mejor a la versión explosiva de Whole Lotta Love, de Led Zeppelin, que duró más de diez minutos con solo de batería incluido.
Aún quedaba mucho por tocar, y entre tanto músico crack de Rosario, no podía faltar el legendario Popono, “rey y vagabundo de la ciudad”, según lo presentó Ike Parodi. Celebrado con coros del público dedicado a Los Vándalos, conquistó la escena con un blues que supo inmortalizar Pappo, y dejó el escenario ya preparado para celebrar los 30 años de su banda. Luego llegó el turno de “La Negra Sond”, nuestra Janis Joplin, quien alucinó al público con otro tema de Pappo: “Que Sea Rock” (Riff). “Si estás a la deriva la única salida es el rock”, reza la letra y pareciera que se brinda solapadamente un mensaje esperanzador en un contexto de plena incertidumbre, en el que nada mal viene distenderse y disfrutar con recitales de ésta potencia.
“Que gran noche para todos nosotros y espero que para ustedes también”, expresó el Zorrito Von Quintero, quien se mostró agradecido en todo momento e insistió en “defender la música en vivo” que tanto los artistas como el público lo necesitan. El final de la noche llegó con una oda a las “almas jóvenes que quieren seguir pasándola bien”, “Forever Young” de Rod Stewart, logró un cierre conmovedor y coreado, no solo por quienes llenaron las escalinatas del anfiteatro sino por todos los artistas al unísono en el escenario. Tan movilizados quedaron los rosarinos y rosarinas, que insistieron para que suene una más, y los músicos fueron más que complacientes. El Zorrito no se hizo rogar demasiado, y sin moverse del escenario soltó la «última plegaria de la noche»: “Rezo por Vos”, de Charly y el Flaco Spinetta.
El músico no solo que no envejece, sino que cada vez se vuelve más profesional y admirado, un infaltable. El anfiteatro tiene algo que logra que todos los conciertos que se realizan parezcan ciertamente míticos. Y una vez más quedó demostrado.
L.G.R
IMAGEN DE PORTADA: FOTOGRAFÍA: MARÍA FERNANDEZ / Instagram: mpinkph
