Newell’s volvió a ganar en el Gigante luego de 5 años y medio, con mismo resultado: uno a cero.
El partido fue cambiante y oportunidades tuvieron ambos equipos, pero la visita se llevó los 3 puntos porque supo aprovechar las pocas llegadas que tuvo. Tal como se preveía, la dupla del medio entre Pablo Pérez y Julián Fernández fue clave para el funcionamiento del partido.
La primera parte los vio a ambos con chances de convertir, y con una leve y lógica posesión de la redonda por parte del canaya. Empezó atacando con un muy buen desborde de Lautaro Blanco pasando a dos rivales y metiendo un centro rasante para el remate desviado de Vecchio, y fue Gamba quien desde el piso intentó redireccionar el balón, por poquito no entró. Por el lado de Newell’s la jugada mas punzante provino de un centro de Panchito Gonzalez y un cabezazo exigido de Juan Manuel García que terminó en travesaño y afuera. Poco antes del entretiempo, otra clarísima de Central: pase exquisito filtrado de Vecchio para Ruben, que define con Macagno encima y se le abre la pelota, en el rebote Infantino le pega y, en la línea, la sacó Armando Mendez. Pérez pudo haber visto la roja por pegarle en la cabeza a Marco sin pelota en juego y con absoluta intención, al cabo que una más de sus «idas de olla».
Para el complemento los locales, como últimamente pasa, sintieron el cansancio y aflojaron el ritmo y la fluidez de su juego. Más aún cuando apenas a los 5 minutos Newell’s abrió el tanteador con un gol típico de 9. Después de la recuperación en el medio de Gonzalez, se proyectó por el costado derecho Hulk Méndez con gran enjundia, pasando como si nada a dos jugadores contrarios y metiendo un centro preciso para el 7 Garro, que remató en dos tiempos. Servio la alcanza a manotear pero la pelota le queda servida a «Juanchón» García para dejarla casi en el ángulo. Los tres futbolistas auriazules que estaban debajo del arco no pudieron tapar nada.
Baldazo de agua fría para el ánimo canaya, que a pesar de que tuvo algunos acercamientos más (sobre todo en los pies de Ruben), el peso del gol ajeno fue más y no pudieron levantar cabeza.
Enorme victoria del conjunto de Sanguinetti, tras casi 6 años de aquella vez con Maxi. Tres puntos que valen oro y que los mete arriba, en la pelea por la clasificación.
Por otra parte Central, desconcertado, llega a la tercera derrota al hilo en su casa y se hunde en la tabla. Se respiraba un ambiente pesada a la salida al túnel: fue el último partido dirigido por Cristian Gonzalez.