Los cuerpos del líder de la barra de Central, Andrés «Pillín» Bracamonte y su ladero, Raúl «Rana» Attardo, presentaban cinco orificios de bala cada uno, de acuerdo al resultado que arrojaron sendas autopsias practicadas en el Instituto Médico Legal (IML) para corroborar precisiones del doble crimen perpetrado este sábado por la noche en bulevar Avelleneda y Reconquista, a escasas cuadras del Gigante de Arroyito.
Mientras se investiga la mecánica del doble homicidio, fuentes de la investigación también precisaron que la ejecución al líder de la barra canalla y su hombre de confianza fue perpetrada por al menos tres personas, quienes llegaron a pie y escaparon corriendo con rumbo desconocido.
Lo concreto es que para la Fiscalía a Pillín (53 años) y Rana (55) los acribillaron a balazos a corta distancia en el cruce de Reconquista y Avellaneda, mientras ambos barras se desplazaban a bordo de una Chevrolet S10 blanca con dirección norte-sur, cuando eran alrededor de las 21.45.
Inmediatamente los trasladaron en vehículos particulares hacia la guardia del Hospital Centenario, donde constataron sendas muertes a raíz de la gravedad de las heridas sufridas producto de los múltiples balazos.
Por el momento no se descarta la vinculación del doble crimen con hechos ocurridos previamente relacionados a las víctimas, teniendo en cuenta que Pillín fue baleado en agosto luego de un clásico, cuando lo balearon por la espalda a la altura del parque Alem.
En agosto de este año su abogado, Carlos Varela, contó de manera anecdótica que con esta última ocasión fueron 29 las veces que atentaron contra su vida. En los archivos de La Capital aparece un caso registrado en 2002, cuando hacía poco tiempo que lideraba el paravalanchas canalla.
Otro hecho, posterior a ese ataque, fue el homicidio de Samuel Medina, un joven de 25 años vinculado a Los Monos y a la barra de Central, a quien acribillaron de 16 balazos el pasado 1º de octubre luego de haber asistido a un partido en el Gigante.