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Salud Pública: qué aportes brinda la medicina tradicional y natural para prevenir el dengue

Un programa municipal ofrece talleres a la comunidad donde se enseña a preparar repelente a base de plantas y se comparten recomendaciones para una alimentación que fortalezca el sistema inmune.

Preparar repelente casero con pocos elementos y a bajo costo, elaborar sahumos insecticidas con hierbas naturales, y recomendaciones de alimentación para fortalecer el sistema inmunológico son algunos de los aportes con los que el Programa de Medicina Tradicional y Natural de la Secretaría de Salud Pública municipal viene trabajando en diversos talleres para prevenir el dengue y otras enfermedades transmitidas por el mosquito aedes aegyptis, como zika y chikungunya.El programa municipal, perteneciente a la Dirección de Promoción y Cuidado de la Salud Colectiva, funciona desde hace más de 15 años con el objetivo principal de capacitar a trabajadoras y trabajadores de la salud del municipio y a la comunidad en medicinas alternativas. Así es como médicos, enfermeros, bioquímicos, odontólogos y administrativos de efectores de salud, reciben formación sobre medicina china, ayurvédica y plantas medicinales, entre otras.

Uno de los focos del programa actualmente está puesto en los aportes que desde el área pueden brindar para prevenir el dengue. En este marco, los equipos del programa vienen realizando talleres abiertos a la comunidad en los que enseñan a preparar repelentes caseros de manera natural, a la par que ofrecen distintas recomendaciones para fortalecer el sistema inmunológico, especialmente a través de una alimentación más saludable. Los encuentros se desarrollan tanto en el Hospital Carrasco, donde el programa tiene sus oficinas, como en los distintos distritos de la ciudad y también en los barrios, en el marco de los operativos especiales de prevención de dengue.

“El dengue es una enfermedad que vino para quedarse con la tropicalización del clima, entonces estamos tomando estrategias preventivas como para sobrellevarlo de la mejor manera”, sostiene el coordinador del Programa de Medicina Tradicional y Natural, Juan Pablo Pérez, médico generalista con años de trabajo en centros de salud de la ciudad y especialista en fitoterapia.

El funcionario municipal recalca los últimos datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que señalan que el 80% de las personas que contrajeron dengue transitó la enfermedad de forma asintomática. “Esto tiene mucho que ver con la inmunidad de cada uno”, justifica Pérez, y detalla: “Nosotros aparte de un repelente natural con plantas medicinales, que enseñamos a hacer en estos talleres, hacemos un abordaje desde la alimentación con distintos alimentos que suben las defensas naturales, sobre todo las que están mediadas por citocinas que intervienen en el dengue”.

“Es una infección, es un virus. Depende cómo esté el sistema inmunológico de cada uno, como estén las defensas, dependerá cómo se enfrenta. Desde la alimentación agroecológica podemos aportar mucho para que el sistema inmunológico pueda responder rápidamente y no sólo responda bloqueando el virus o frenando su reproducción, si no también desinflamando”, agrega Marcelo Sauro, integrante del programa municipal desde sus inicios.

Y añade: “Hay muchas plantas de las que consumimos diariamente, que si buscamos que sean agroecológicas y las consumimos con cierta frecuencia, ya nos están sirviendo. El puerro, la cebolla, la cebolla de verdeo, el ajo, el ciboulette, si los consumimos con una frecuencia nos van preparando el sistema inmunológico”.

En los encuentros, en los que se brinda información general de la enfermedad y se reiteran las principales medidas de prevención y cuidado para evitar la enfermedad, entre ellas la limpieza de objetos que puedan acumular agua dentro del hogar, también se muestra otra técnica natural, a base de plantas, para ahuyentar los mosquitos dentro de casa. Así, se elaboran sahumos con árboles como el paraíso, el eucalipto o el aguaribay, este último autóctono de la zona.

Asimismo, destacan la importancia de, en caso de ser posible, contar con esto tipo de plantas en los jardines. “El entorno también es importante, en el ambiente también las mismas plantas medicinales son repelentes, tenerlas en casa ahuyenta los mosquitos y mejora la situación de limpieza”, asegura Cintia Mansilla, otra de las integrantes del programa y tallerista. Entre esas plantas se destacan el cedrón, la melisa, el paraíso o el romero.

Cómo hacer el repelente

El repelente casero a base de plantas con el que viene trabajando el programa municipal busca brindar una alternativa sencilla de realizar y a bajo costo, para que vecinas y vecinos puedan tener a su alcance una opción distinta y natural. Agua, un poco de aceite, alcohol y una de las plantas medicinales consideradas como repelentes (citronela, melisa, cedrón paja, cedrón arbusto) son suficientes para generar este preparado que no sólo es eficaz contra los mosquitos, si no también contra otros insectos como jejenes, tábanos y moscas.

A estos sencillos y accesibles ingredientes se le pueden sumar y combinar otros dos tipos de plantas en caso de desearlo y tenerlas a disposición: las consideradas refrescantes, como la menta y la lavanda, y las mencionadas como “refuerzos”, entre las que se encuentran el romero, la albahaca, el clavo de olor y el limón. Se debe elegir una planta de cada uno de los grupos y combinarlas.

Paso a paso

  1. Hervir un litro de agua, apagar el fuego y agregar 50 ml. de aceite de cocina.
  2. Tomar un puñado de una planta de cada grupo y colocarla en el agua recién hervida con el aceite.
  3. Tapar y dejar reposar durante 30 minutos.
  4. Destapar cuidadosamente y colar
  5. Agregar 200 ml de alcohol medicinal.
  6. Utilizar en la piel como repelente. Se sugiere en un atomizador.
  7. Renovación de aplicación cada 2hs. (según uso).
  8. Si se usan clavos de olor (5 clavitos por cada litro de agua).
  9. Si se usa limón es rayadura de cáscara de un limón.

Un programa pionero y vinculado a la agroecología

El programa de Medicinas Tradicionales y Naturales tiene sus orígenes formales en el año 2008, a partir de la puesta en vigencia de la Ordenanza Municipal N° 8155 para la reflexión, el debate, estudio e implementación de las Medicinas Tradicionales y Naturales en el ámbito de la Salud Pública Municipal, especialmente en los centros de salud de Atención Primaria y en la comunidad de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, desde los años ’90 se viene trabajando en plantas medicinales en el ámbito de los centros de salud dependientes de la Dirección de Atención Primaria de la Municipalidad de Rosario. En efecto, durante algunos años se desarrollaron actividades educativas con residentes de medicina general en huertas que se encontraban en centros de salud o en sus cercanías.

Según la OMS, la medicina tradicional tiene una larga historia y supone “la suma de los conocimientos, habilidades y prácticas basadas en las teorías, creencias y experiencias indígenas de diferentes culturas, explicables o no, que se utilizan en el mantenimiento de la salud y la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas y mentales”.

“Es un programa con el que nosotros capacitamos a otros trabajadores, médicos, enfermeros, psicólogos, bioquímicos, farmacéuticos, en la aplicación de estas otras medicinas”, explica Pérez, y ejemplifica: “En medicina china hacemos un curso en donde tenemos un abordaje diferente de los problemas de salud, en donde se habla de distintos desequilibrios y cómo compensarlos. También enseñamos una herramienta útil que es la digitopuntura, que usa el mapa de meridiano de la acupuntura, pero se estimula a través de los dedos. Damos una formación de auriculoterapia; son todas herramientas útiles y muy potentes orientadas a resolver problemas de salud”.

“En ayurveda hablamos mucho de lo que tiene que ver la alimentación y cómo nos influye a cada uno. Y damos unos masajes de ayurveda que son muy útiles. Y respecto a las plantas medicinales, hacemos un curso en donde enseñamos todas las propiedades de las plantas, cómo usarlas, de qué manera, cómo reconocerlas y sugerirles también a los usuarios del sistema público, también para que sea una utilización segura y eficaz”, añade el coordinador del programa.

En el marco de las acciones se sugiere, además, el uso de espacios verdes en centros salud, con jardines medicinales para enseñar las propiedades de cada planta y que a su vez sea la excusa para hablar de alimentación. Así, desde sus orígenes el programa mantiene estrecha relación con otra política del Estado municipal pionera: el Programa de Agricultura Urbana.

“Nos alimentamos mutuamente”, asegura Cintia Mansilla, y remarca : “Trabajamos siempre promocionando y valorizando las huertas sin agroquímicos, por eso se pueden establecer muchas relaciones entre nosotros y el programa de Agricultura Urbana”.

“Siempre hemos trabajado juntos por la agroecología y la biodiversidad, porque son plantas de buena calidad para una buena alimentación y también para las medicinales. La calidad que se obtiene de la agroecología para nosotros es fundamental”, añade Sauro.

El trabajo del área implica además una relación de aprendizaje constante con las distintas comunidades, que se vivencia especialmente en los barrios de la ciudad, y que permite enriquecer un accionar colectivo. “Estas medicinas tradicionales son especialmente culturales, vienen de un proceso cultural y por lo tanto están en toda la comunidad”, afirma Sauro.

En definitiva, para el coordinador del programa las iniciativas que llevan adelante implican un encuentro con la gente. “Nosotros acá, sobre todo en los barrios, tenemos muchos migrantes que vienen de provincias del norte o de países limítrofes, y el uso de planta es como un lenguaje común. Entonces es encontrarnos, revisar lo que hacía la abuela, lo que hacía la mamá, de qué manera la utilizaba, y nosotros, dentro del enfoque, como somos médicos y somos gente de ciencia, lo hacemos de manera segura, de que no haya ningún riesgo de intoxicación, de que sea efectivo. Así que la verdad es que disfrutamos de esos encuentros con la gente en todo el territorio”, concluye.