Salario en emergencia: ATE Rosario desobligó y concentró en Plaza San Martín

El pliego reivindicativo fue extenso, porque las deudas son muchas. En términos salariales, la reapertura de la paritaria con sueldos que igualen la canasta familiar, cuyo monto mínimo –sin gastos de alquiler para familia tipo-, se ubicó en julio en $384.657, según la Junta Interna ATE INDEC.

“Los básicos van entre 10 y 15 mil pesos en el Estado provincial, sumas ínfimas que cuando se calculan con porcentajes de aumento son más miseria”, denunció Lorena Almirón. Por eso, la exigencia de que todo aumento, parta de una dignificación del básico sobre el que se realizan otros cálculos. Además en torno a la cláusula gatillo apuntó: “no es automática, vamos a recibir la actualización recién en diciembre” y reiteró la necesidad de que se active mes a mes, con pago a término de la diferencia sobre la inflación.

Sobre el anunciado aumento de algunos ítems de las asignaciones familiares provinciales, la Secretaria General de ATE Rosario recordó la larga lucha en unidad por tal medida, pero subrayó que los montos siguen exponencialmente alejados no sólo del costo de vida, sino de lo que se paga en mismos conceptos en nación y provincias similares. Y exhortó a que de una vez se garanticen jubilaciones dignas y reconocimiento de todos los aumentos y bonos a jubilados/as.

En torno a las condiciones laborales, hay una larga tela para cortar. Infraestructura deficiente, pases a planta, titularizaciones, creación de cargos, subrogancias y pago de suplementos que no llegan, o son provincialmente repartidos de forma desigual. “Hay seis mil personas que deberían pasar a planta y no es un problema administrativo: es una decisión política que esos expedientes salgan antes de fin de año”, aseguró Almirón. La realidad es que el rol de los paritarios de ATE Santa Fe en todas las problemáticas, aunque no sorprende, es inactivo en torno a otro ámbito de discusión necesario: las jurisdiccionales por sector, que no se están realizando.

Como muestra de la insensibilidad e intento de disciplinamiento por parte del gobierno, se denunció el descuento a trabajadorxs del IPEC, nada más ni nada menos, que por el día de paro contra la violencia y las balaceras del 22 de junio. Ese día, además de un paro general regional, incluido el transporte por reclamos sectoriales, hubo paro nacional de la ATE.  Por eso, se exigió la inmediata devolución de los montos salariales, que en algunos casos significaron $17.000.

A todo este panorama, la referenta estatal sumó la situación en comedores y copas de leche. Actualmente se destina por ración –incluyendo gastos de funcionamiento- $168 para comedor y $70 para copa de leche. Desde abril no hay aumento y la situación “es insostenible, las compañeras y compañeros están desesperados porque no se puede alimentar así a niños, niñas y jóvenes que no tienen otro lugar para comer”. “Acá no pueden seguir dando la espalda, necesitamos ya más presupuesto para salud, educación, niñez y todas las áreas sensibles”, destacó.

Movidas en todos lados

Enmarcadas en la jornada de la Seccional, también trabajadorxs de salud mental de Oliveros, realizaron asamblea y corte de ruta. “No al encierro, no al manicomio, no a la cárcel”, plantearon y, además del pliego general, solicitaron respeto y carácter vinculante de los informes de los equipos interdisciplinarios para decidir las internaciones. También apuntaron a la falta de pago de salarios adeudados a reemplazantes; reconocimiento de lxs abogadxs de salud mental como profesionales; cambio de agrupamiento de talleristas y perimetrales.

Por su parte, en su segunda jornada de paro de 48 horas, desde la Secretaria de Protección de Derechos de la Niñez y Adolescencia sumaron al salario, las condiciones laborales y pase a planta, los reclamos por deudas salariales, descuentos en haberes, y actualización de contratos del personal precarizado.

Tras los ataques públicos al área, hubo asamblea de CONICET CCT Rosario. Con mucha participación, la acción se dio en respuesta a la difamación proveniente de sectores políticos que intentan respaldar sus programas de ajuste, y que buscan debilitar al principal organismo científico y tecnológico del país.

“El 22 de agosto fue un nuevo aniversario de la partida física de Horacio Zamboni, un abogado laboralista que luchó y nos enseñó que hay que defender el salario mínimo, vital y móvil como derecho irrenunciable, la democracia de base como método y las condiciones de trabajo como principio fundamental. En ese camino estamos. Vienen luchas duras, no nos comamos los discursos de la derecha, porque atrás de todos los candidatos hay funcionarios menemistas y ajustadores que nos desprecian. Acá los problemas de los y las trabajadores los resolveremos mediante la lucha, organizando la bronca y saliendo con unidad y solidaridad a las calles”, concluyó Lorena Almirón.