Les voy a compartir del libro de los Salmos del 143 el verso 8 y luego haré una reflexión acerca del mismo.
«Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma.»
A manera de comentario:
La misericordia del Señor se presentó ya en Adán y Eva cuando cayeron de la gracia al comer del árbol del bien y del mal, evidenciándose con los vestidos que les dió: las túnicas de pieles que daban cuenta que no los iba a desamparar, además que era necesario un sacrificio de sangre inocente para justificar el pecado cometido por ellos, y que esa brecha solamente la podía zanjar Dios. (Gn.3:21)
Después, la misericordia del Señor se evidenció en Noé, pregonero de justicia, que luego de 120 años de advertir que vendría un diluvio a causa de la maldad reinante nadie le hizo caso; y fue salvo él y su familia, por hacer la voluntad del Creador al construir un arca. (Gn.7; 8)
Más tarde, la misericordia del Señor se mostró con Abram donde lo instó a dejar su tierra y su parentela y la casa de su padre, con la promesa de que iba a hacer de él una gran nación. (Gn.12:1-3)
Cuando tenía 90 años el Señor se le apareció y le dijo en el capítulo 17 del libro de Génesis «que ande delante de él (en otras palabras que permanezca bajo su cobertura) y que sea perfecto (íntegro en su accionar), para hacer un pacto con él y así cumplir su propósito.»
A tal fin, le cambió el nombre de Abram (padre enaltecido) por Abraham (padre de multitudes).
Y como está escrito en los versos 7 y 8 del capítulo que he citado:
«Y estableceré mi pacto entre mí y tú, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.»
Luego, Isaac, el hijo de la promesa, engendró con su esposa Rebeca a Jacob.
En el capítulo 32 éste luchó con un varón (versos 22 al 32), que es interpretado por el profeta Oseas, en su libro, como un ángel (Os. 12:4).
Jacob luchó con esta entidad celestial hasta el amanecer.(v. 24)
Cuando el ángel vió que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y le descoyuntó el mismo. Y le dijo: <déjame, porque raya el alba.> Y Jacob le respondió: no te dejaré, si no me bendices.(v. 26)
Y el ángel le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y el respondió: Jacob. <embustero, engañador>. (v. 27)
Y dicho ser, le respondió: <No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.> (v. 28)
Israel puede significar <el principe con Dios> o <el que lucha con Dios> o <Dios lucha>.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. (v. 30)
Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. (v. 31)
La descendencia de Jacob que constituía las doce tribus de Israel, fue esclavizada por un faraón. (Ex.1:13-14)
Por su misericordia el Señor levantó a Moisés que condujo a los israelitas de la cautividad en Egipto hasta Canaán (la tierra prometida). (Ex.3:1-22)
A través de Moisés, Dios estableció con el pueblo israelita en el monte Sinaí la Alianza cuyo contenido está en los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. (Ex.34:1-35)
El pasaje más importante se desarrolló en el texto de Éxodo 20, en el cual se reveló el decálogo, que señalaba las obligaciones que el pueblo asumía.
Asimismo hay otro pasaje paralelo en el libro de Deuteronomio capítulo 5.
Por su misericordia el Señor a través del profeta Natan en el segundo libro de Samuel capítulo 7 primeramente en el verso 12 y luego en el 16.
En el verso 12 afirmó:
«Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmará tu reino.»
En el verso 16 sentenció:
«Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.» (Sal.89.36,37)
Lo pretérito, da cuenta que él hijo de David era Salomón pero también era el Mesías por venir.
Finalmente, por su misericordia la promesa de un Mesías del libro de Isaías capítulo 61, versos 1 y 2, que citó Jesús en la sinagoga de Nazaret donde se presentó como el Redentor del mundo, cuya esencia eran las palabras que transcribo del Evangelio de Lucas capítulo 4, verso 18:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.»
Por su misericordia, como dice el apóstol Pablo en la carta a los Filipenses capítulo 2, verso 8:
…»y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.»
Conclusión:
Al tener Jesucristo toda potestad en el cielo y en la tierra al haber vencido al mundo, la carne, la muerte y el mal (Mt. 28:18), producto de su resurrección (Mt.28:6) nos dió «ese favor inmerecido», mediante su obra redentora, no solamente de acceder a la presencia del Padre y tener autoridad y poder sobre Satanás y los demonios, sino también poseer su mente. (1 Co.2:16)
Esto último, nos permite conocer, potencialmente (1 Co. 3:1-3), los secretos guardados antes de la fundación del mundo a través de la Biblia en general y del Nuevo Testamento en particular (Ef. 1:8-10), discernir qué camino seguir y tener su corazón(Ez. 11:19-20; Ef. 3:17-19)
Suscribe: Marcelo G. (Para lo periodístico: Margal: conductor y realizador del programa COMO PEZ EN EL AGUA, que se emite los viernes a las 23:00 hs por la 93.5 fm Radio del Plata Rosario)
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