ATR nace por un convenio entre el predio municipal y la Universidad del Gran Rosario. Es gratuito, con kinesiólogos y dirigido en especial a personas con limitaciones físicas o de movilidad.
El principal objetivo de ATR es mejorar la calidad de vida de sus participantes, quienes enfrentan limitaciones físicas o de movilidad debido a diversas patologías. La percepción de los beneficios del taller, que se brinda cada miércoles y viernes de 9 a 10, son notables.
Las 35 personas que conforman los dos grupos activos (cada clase dura 30 minutos) reportan mejoras considerables en su bienestar general, mayor movilidad y una disminución en el dolor y las molestias asociadas a sus condiciones médicas.
“Este programa nos ayuda mucho para mejorar desde todo punto de vista. Nos mejora la salud y además es gratuito. Solo tengo palabras de agradecimiento a esta clase y al predio”, destacó a su turno María Luján, otra vecina que dice presente en el espacio público. “Hace muy poquito vengo a esta clase y conocí un lugar maravilloso. El cuidado y las diferentes actividades que tienen acá hacen de Garzón la excelencia”, afirmó.
La realidad marca que esta iniciativa, plasmada a través de un convenio entre el predio municipal y la UGR, representa un claro ejemplo de cómo la articulación entre la educación superior y las instituciones públicas puede generar beneficios tangibles para la población.
“Desde hace ocho meses vengo a hacer kinesiología y estoy mucho mejor”, declaró a su turno Stella Maris, quien además confesó hacer “yoga y newcom en este poli”. Y agregó: “Todo lo que hago acá me hace muy bien. Estoy sola y encontré un lugar bárbaro en todo aspecto”.
Estructura y funcionamiento de «A todo ritmo»
ATR ofrece un enfoque especializado y gratuito a personas con patologías específicas. El programa cuenta con la presencia de un kinesiólogo profesional y un equipo de nueve estudiantes avanzados de la carrera, quienes brindan sesiones de entrenamiento personalizadas de 30 minutos.
“Damos un taller mediante un método de entrenamiento vía varias estaciones por tiempo. Tratamos de que todos puedan hacerlo para mejorar la calidad de vida. Está orientado a personas adultas, con alguna enfermedad de base, pero también incluimos a vecinos o gente que quiera sumarse. Las puertas están abiertas para todos”, ponderó Lucas Quattroqui, quien es licenciado en kinesiología y docente de la cátedra Práctica Hospitalaria I.
El responsable de la clase, además, señaló: “La recepción con la gente fue muy buena de entrada. Cuando iniciamos este programa en 2022 les aclaré lo importante y la suerte que tenemos todas las partes de poder brindar esta actividad, y en este espacio que tiene todo lo que se necesita”.
“Tanto el coordinador de Garzón (NdR: Martín Baccaro) como el resto de la gente que trabaja acá se brindaron con mucha predisposición. Nos dieron todo lo que tenían a su alcance desde el inicio y eso es muy valorable. No solamente nos facilita la actividad sino que genera confianza y atrae a la gente a que venga y mejore su calidad de vida”, concluyó Quattroqui, quien remarcó que “la estructura del programa permite atender a un número significativo de pacientes, garantizando atención de calidad y un seguimiento cercano”.
La mayoría de los usuarios son vecinas y vecinos de la zona que, además de participar en las sesiones de ATR, se integran en algunas de las múltiples actividades del polideportivo Garzón.
“En los dos últimos años esta actividad tuvo un gran crecimiento y es una muy buena articulación entre la parte pública, como es el polideportivo Garzón, y la faz privada como es la universidad. Nosotros brindamos el espacio y ellos la materia profesional”, subrayó el coordinador del predio, Martín Baccaro.
Y agregó: “Se evalúa a cada persona en la previa como además en el día a día, es decir, mientras están desarrollando la actividad. A eso hay que sumarle que además la gente puede autoevaluarse mediante una aplicación”.
Sin embargo, la rutina de entrenamiento especializada es la principal motivación para acudir, lo que subraya la importancia de ofrecer servicios específicos y personalizados en el ámbito de la salud comunitaria como lo hace la Municipalidad de Rosario.