Cuando todo parecía que Argentina lograba la victoria, un penal cobrado por VAR le quitó la satisfacción.
Dado que se trataba de dos selecciones que ya tienen boleto asegurado para el mundial de Catar, el partido se disputó demasiado trabado, con pocos momentos de buen fútbol y muchos roces y patadas innecesarias. El local atacó primero, a los 11 minutos, pero sin claridad en la definición. Mas tarde, a los 23 minutos llegó la jugada del partido (casi como un oasis en el desierto): Julián Álvarez convirtió su primer gol con la Selección luego de un magnífico tiki-taka entre los jugadores albicelestes, bajo la batuta de Messi.
La Selección de Scaloni se envalentonó después del gol pero no lo pudo traducir en el juego ofensivo, mientras que Ecuador había tenido una chance concreta más, bloqueada por la defensa argentina.
Si el primer tiempo había tenido poco espectáculo futbolístico, en el complemento se acentuó esta laguna e incluso empezó el juego brusco y las riñas entre jugadores, debido pues, entre otros, a la escasa distribución de amarillas por parte del árbitro brasileño. Apenas hubo un tiro libre para cada bando sin dirección a los arcos. Lo insólito fue cuando a cinco minutos del final el referí Klaus fue a revisar por el VAR una mano inexistente de Tagliafico en el área. La terna arbitral decidió la pena máxima, y el conjunto de Gustavo Alfaro sacó un empate sobre la hora que no mereció con creces.
Sin embargo, el resultado será meramente anecdótico y para rellenar las estadísticas oficiales, ya que de lo que de veras importa (la clasificación mundialista) ambas federaciones ya están adentro.
.