Los jueces Gustavo Urdiales, Leandro Lazzarini y Pablo Ruiz Staiger decidieron de manera unánime condenar a perpetua a Sebastián Maschio por el femicidio de María Cecilia Burgadt.
María Cecilia Burgadt era enfermera. Fue interceptada por Maschio cuando salía de trabajar en el Hospital José María Cullen, según probaron las filmaciones de las cámaras de seguridad y juntos se dirigieron a la pensión en la que habitaba el hombre, en 4 de Enero al 8900.
Maschio llegó al juicio acusado de haber golpeado a la mujer con una piedra y con un trozo de madera hasta causarle la muerte, tras lo cual envolvió el cadáver en una frazada y lo escondió debajo de un colchón. La fiscalía presentó numerosas pruebas testimoniales, de antenas de celulares para ubicarlo en la zona del crimen y muestras de ADN.
En cuanto a la acusación de estafa, la Fiscalía sostiene que Maschio operó como intermediario de la compra por parte de la víctima de un automóvil Volkswagen Gol que estaba en su poder e intentó transferir a su nombre antes de matar a Burgadt.
Desde la fiscalía se pidieron la pena perpetua por los delitos de “homicidio calificado, por el vínculo, por haber tenido el fin de asegurar los resultados de otro delito y lograr impunidad, , por ensañamiento, y por haber sido perpetrado en un contexto de violencia de género (femicidio)”. Además, acusaron a Maschio de “estafa».
Acompañaron en las inmediaciones del tribunal, familiares de victimas de femicidios, ATE Rosario y CTA Autónoma, entre otras organizaciones sociales.
