Central perdió 2 a 1 frente a Aldosivi y dejó una muy mala imagen.
Por: Agustín Granatto.
Rosario Central cayó derrotado 2 a 1 con Aldosivi y cosechó su segunda derrota consecutiva.
Gastón Lodico marcó por duplicado para el Tiburón, mientras que Gastón Ávila descontó para el canalla.
Aldosivi fue superior y por eso se llevó los tres puntos. Central fue inferior al rival y sufrió mucho. El equipo estuvo mal defensivamente, como así también ofensivamente, se sigue viendo un equipo sin idea de juego, sin entrega ni sacrificio y que juega a lo que salga. Muy flojo partido del equipo rosarino.
Sigue habiendo errores tácticos, como los problemas para retroceder y marcar, el mal posicionamiento y las salidas por abajo que terminan en nada.
Otra vez el equipo jugó mal, no supo generar ocasiones, muchos pelotazos sin sentidos y muchos centros que no se concretaron.
Un primer tiempo que era parejo hasta el primer gol, el cual vino por un error propio de Central. Todo empezó con una mala salida de Ávila, que sale y va muy lejos innecesariamente, acto seguido nadie hace bien los relevos, Ojeda no vuelve entre los centrales ni ocupa el lugar de ninguno de ellos, Ferreyra queda pagando tanto en el centro como en el rebote, Martínez se queda pidiendo offside y el resto de los volantes tampoco ayudó, ninguno llegó al área para intentar darle una mano a la defensa. Insólito el gol que sufrió el canalla.
Otro que tuvo un partido para el olvido fue Lucas Gamba, que después de mucho tiempo ausente por una lesión, volvió a jugar pero no completo ni 30 minutos. El delantero se volvió a resentir del problema físico que lo maltraía y debió salir reemplazado a los 28 minutos de la primera parte.
El conjunto local estuvo impreciso, careció de buen fútbol y no mostró su mejor versión. Los volantes de Central no hicieron su mejor partido, no supieron lastimar al rival, no generaron grandes ocasiones y los delanteros estuvieron muy ausentes, hicieron poco y nada.
En el segundo tiempo se mantuvo la misma sintonía, el equipo rosarino era «mejor» desde las estadísticas pero eso no se reflejaba en el campo. En cambio, el de Mar del Plata entendió el partido, supo como jugar y así neutralizó a Central.
Cuando mejor estaba el canalla, cuando más se acercaba al empate, llegó la gran 74 polémica de la noche. Fabricio Coloccini cometió un penal muy claro que el arbitro no cobró. Ojeda había ingresado al área y envió un centro y la pelota pego groseramente en el codo del penal, era mano clara y penal para Central, pero Fernando Echenique omitió esa parte y no cobró nada.
Los dirigidos por el Kily González fueron perjudicados y eso los afecto psicológicamente, tal así que tan solo 5 minutos después Aldosivi consiguió marcar el segundo gol.
Ya no quedo nada por hacer, fueron todos centros al área para intentar lo que sea, pero no fue suficiente. En la última jugada del partido, el canalla tuvo un tiro libre que ejecutó Vecchio y luego de un cabezazo, Ávila logro descontar el marcador pero no alcanzó.
Central volvió a perder y dejo una pésima imagen pensando en la Copa Sudamericana.
El canaya atacó sin criterio, sin ideas claras y lo pagó caro. El rival aprovechó lo poco que tuvo, fue contundente y ganó merecidamente.
Se volvió a ver la misma versión que se vio durante todo el torneo, la misma que en la derrota frente a Godoy Cruz, Gimnasia y en la milagrosa victoria contra Vélez.
Un Central que viene jugando mal hace varios partidos, que le cuesta jugar bien y crear oportunidades de gol, que ataca sin criterios y que siempre depende de las atajadas del arquero, en este caso un juvenil como Romero que de un momento para el otro se encontró con la titularidad y respondió de buena manera. Un equipo que se nota el cansancio y eso le pasó factura. Otra vez quedó demostrado que el plantel es muy pero muy corto, por momentos casi que ya no hay ni 11 titulares fijos. Al equipo le faltan refuerzos e incorporaciones, a este equipo le hace falta recambio.
Lamentablemente, el andar actual de Rosario Central es muy triste.
A este Central, el que juega mal y sin idea, se le va a complicar muchísimo la llave contra Bragantino. Le queda muy poco tiempo para cambiar, mejorar y afianzarse.
Panorama complicado para el equipo rosarino.
Veremos si logran revertir la imagen y la situación.
Puntajes de los jugadores.
Romero: 6 – como lo viene haciendo en los últimos partidos, tuvo una buena actuación.
Martínez: 6 – partido correcto, de lo mejor del equipo.
Ferreyra: 5 – actuación regular, gano siempre por arriba, tanto en defensa como ataque.
Ávila: 5 – cometió muchos errores con la pelota y tuvo la gran responsabilidad en el primer gol de Aldosivi. Marcó el gol sobre el final.
Blanco: 5 – otro de partido regular.
Ojeda: 6 – junto a Martínez fue de lo mejor del equipo. Cada vez se afianza mas.
Marinelli: 5 – mal partido, casi que no hizo nada. Tuvo un mano a mano adelante del arco y no definió bien.
Lo Celso: 3 – pésima actuación.
Vecchio: 6 – regular, como siempre. Intento hacer jugar al equipo pero el equipo no lo ayudo.
Gamba: X – no llegó a jugar ni 30 minutos porqué se resintió de la lesión que arrastraba.
Caraglio: 3 – otro de pésima actuación. Se lo vio muy lento e impreciso.
Zabala: 5 – regular, se lo vio con mucha movilidad pero no sirvió de mucho.
L. Ferreyra: jugó poco y nada, difícil de evaluar.
Martínez Dupuy: casi que no tuvo participación, al igual que «Pupi» jugó poco y nada.
Ahora enfrentará a Sarmiento, el día viernes a las 19 horas.
El equipo de Junín viene de perder contra Racing, en Avellaneda, 1 a 0.
Pero por como viene jugando Central, el partido le va a resultar muy difícil como los demás. Pensando en la copa, seguramente el Kily va a optar por poner muchos suplentes y así cuidar a los titulares.
Al equipo de arroyito solo le queda este partido para mejorar, ganar confianza y así llegar de la mejor manera al próximo martes, día que jugara contra Bragantino por los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
El equipo debe mostrar nuevamente actitud, entrega y por sobre todas las cosas, buen fútbol, para así volver a la senda del triunfo y conseguir los objetivos deseados.