La historia de cada mañana se repite, largas filas de abuelos en los bancos
El contexto de pandemia otorgó a la sociedad el aprendizaje de la virtualidad, la adaptación a los dispositivos y el conocimiento de nuevas herramientas digitales que “facilitan” la vida de todos y acortan distancias de manera significante. No obstante, la adaptación a las nuevas normas siguen siendo muy complejas para la tercera edad, quienes requieren de la intervención o ayuda de su entorno para mantenerse activos ante los cambios de la modernidad.
En ese contexto, los abuelos que no pueden recibir asistencia constante, sufren la falta de manejo de dispositivos y plataformas inmediatas y terminan cayendo en usos y costumbres tradicionales como la de la fila del banco desde bien temprano, incluso horas antes de su apertura.
Aún parece cercano el recuerdo de la presencia del intendente de la ciudad, Pablo Javkin, hace un año y en plena zona bancaria con altavoz en mano intentando conducir el distanciamiento de los ciudadanos que se agolpaban en fecha de cobro a las instituciones bancarias que hasta el día de hoy se mantienen indiferentes con respecto a los controles en las puertas de sus sucursales.
Desde nuestro humilde lugar hacemos un llamado a la conciencia, ya que se vendrán jornadas de frio y un mayo que asoma peligroso para la reproducción del virus dentro esta segunda ola que se muestra mucho más feroz que la primera. Esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto para evitar las horas de espera de los jubilados en una época donde la sociedad ha avanzado en orden apoyado en la tecnología, pero aún no avanza en solidaridad con los ancianos.
Mariano Junco