Mirta Contreras tiene 79 años y concurre casi todos los días al polideportivo municipal. “Entro y me da cosita en el pecho, en el estómago. Es algo muy lindo”, sostuvo.
“Vine cuando me mudé al barrio porque veía a una señora de nombre Amanda que venía a correr. Me dije ‘mirá cómo corre’. Fue entonces que comencé a involucrarme. Ahora vengo casi todos los días para hacer clases de gimnasia o aquagym en el verano con el grupo de adultos mayores”, contó Mirta, al recordar su llegada al predio.
“Este espacio significa todo. Entro al Estadio y es como si fuese mi casa y me da cosita en el pecho, en el estómago. Es algo muy lindo”, confesó Mirta, visiblemente emocionada tras haber vivido cuatro décadas en el predio, habiendo visto varias generaciones que entran y salen por las mismas puertas. “Esto cambió mucho”, subrayó la protagonista.
Como una voz de la memoria activa, el testimonio de Mirta da cuenta de que el estadio Jorge Newbery no es solamente un complejo deportivo, sino un archivo abierto y popular de encuentros y vecindad, un importante capítulo de la novela social, deportiva y hasta cultural de Rosario.
“Claro que el predio fue cambiando. Fue muy interesante todo porque de tener una pista de tierra y arena, se pasó a tener esta, que es muy linda”, sumó Contreras al señalar la pista de atletismo. “Además, fueron arreglando todo. Pintaron todo. Es un progreso muy interesante y muy lindo”, comentó la mujer, quien también destacó “la gran obra del microestadio cubierto que están haciendo al lado del patinódromo”.
En este centenario, el Jorge Newbery mira hacia el futuro y tiene por delante los Juegos Suramericanos 2026, pero también mira atrás para agradecer a quienes, como en el caso de Mirta, sostuvieron un legado de convivencia y pertenencia a través de diferentes generaciones de vecinas, vecinos y deportistas.
“El Estadio lo es todo. Es para usarlo y quererlo”, dijo Contreras, al subrayar una idea que se repite entre atletas veteranos y jóvenes promesas que también forman parte del espacio. Por esta razón, Rosario no solo celebra una infraestructura sino a las personas que, como Mirta, le dan vida y sentido. “Me invitan a caminar en el parque, pero prefiero trotar o venir acá”, aseguró esta mujer de 79 años que sigue eligiendo al Jorge Newbery e y invita además a todos a sumarse porque, enfatiza, “hay actividades para todos y todas las edades».





