Este miércoles, alrededor de las 18, Dylan Cantero —hermano menor de los líderes históricos de la banda narco Los Monos— fue baleado mientras caminaba por la intersección de Pellegrini y Vera Mujica, en la zona oeste de Rosario, según las primeras versiones, aunque no descartan que haya sido atacado, en inmediaciones de Las Flores y La Granada y terminó llegando por sus propios medios a la guardia del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Según el informe policial, un vehículo con dos ocupantes pasó junto a él y uno de ellos efectuó disparos, hiriéndolo en la pierna derecha.
El joven de 21 años ingresó por sus propios medios a la guardia, donde fue atendido por personal médico. La herida no revistió gravedad y su estado es estable.
Una figura en ascenso dentro del clan
Dylan es el hermano menor de Claudio “Pájaro” Cantero —asesinado en 2013— y de Ariel “Guille” Cantero, actual cabecilla de la organización que cumple condena en una cárcel federal. Con solo 21 años, Dylan es señalado como el aspirante a heredar el liderazgo de la estructura criminal que durante más de una década ha marcado a fuego el mapa delictivo de Rosario.
Actualmente se encontraba en libertad tras haber recibido una condena a tres años de prisión efectiva por asociación ilícita, rebajada desde una pena original mayor, debido a que algunos de los delitos fueron cometidos cuando aún era menor de edad.
Intervención oficial y causas abiertas
La Policía de Investigaciones, trabaja para identificar a los autores del ataque. Hasta el momento no hay detenidos y no se descarta que se trate de un ajuste vinculado a disputas internas o mensajes mafiosos en el marco de una creciente tensión en las calles.
El episodio se suma a una seguidilla de hechos violentos que recrudecen cada vez que se aproxima un período electoral, con heridos de bala y motines como señales de desestabilización o presión encubierta.
Aunque Dylan sobrevivió al ataque, el hecho vuelve a exponer las heridas abiertas de una ciudad que no logra despegar del entramado narco y donde los nombres de siempre siguen resonando con fuerza en los partes policiales.






