El eximio escritor ruso del siglo XlX Fiodor Dostoyevski plasmó en un texto lo siguiente:
«Nada en este mundo es más difícil que decir la verdad, nada es más fácil que la adulación.»
Lo que acabo de transcribir, es el disparador para reflexionar acerca de la integridad y la valentía que implica decir lo que uno tiene en su mente como algo certero, y expresarlo ante quien sea sin tener en cuenta lo que puede suceder en el receptor o los receptores del mensaje al decirlo.
La verdad se contrapone a la mentira.
En un sentido, la verdad es decirle a un otro qué pensamos realmente, o si lo que contamos acerca de una vivencia o un hecho histórico es lo que sucedió realmente.
Por otra parte, están aquellos que creen que no hay una verdad absoluta en cuanto a la existencia de un único parámetro último que dé cuenta de algo que la establezca.
Esta postura, nos lleva a un relativismo en el que la verdad se instaura de acuerdo a cuales son las razones que hacen que una persona piense y actúe, según sea su condición cultural, intelectual y social.
Después, está lo que se denomina en la política «posverdad», que es la idea según la cual lo que aparenta ser verdad es más importante que la propia verdad.
Entonces: ¿no existe una verdad absoluta?
A mi entender sí.
¿Cuál es esa verdad?
Dios.
¿Pero qué Dios?
El que nos presenta la Biblia en el Viejo Testamento, en el hebreo primitivo, que carecía de consonantes: YHVH.
Por respeto, dejó de pronunciarse, y en su lugar se lo nombró como Adonay (el Señor)
En el Nuevo Testamento, Dios se manifiesta en la persona de Cristo. Y como expresa en el Evangelio de Juan capítulo 14, verso 8 Felipe (uno de los apóstoles), le solicita a Jesús:
«Muéstranos al Padre y nos basta.»
En el verso 9 Dios hecho hombre le responde:
…»¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre.»
Lo anterior, me trae a memoria del Evangelio de Mateo del capítulo 16, los versos del 15 al 17 donde Jesús les pregunta a los discípulos:
«¿Quién decís que soy yo?»
Ante lo cual Simón Pedro en el verso 16 le contesta:
«Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.»
A partir de lo que Pedro había testificado, les fue dado una medida de entendimiento de lo que era el Mesías; pero evidentemente no le era revelado lo que Juan afirma en su primera carta en el capítulo 5, verso 7:
«Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.»
En el pasaje que he citado, implícitamente, se refiere a la Trinidad: un solo Dios en tres personas.
Por eso el Señor afirma lo que afirma ante la pregunta de Felipe:
«El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;…»
En el diálogo que tiene con Poncio Pilato en el Evangelio de Juan capítulo 18, verso 36, ante la pregunta que le hace en el verso 35:
…»¿Qué has hecho?»
Jesús le responde:
«Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.»
Ante esa contestación Pilato le dice:
«¿Luego, eres tú rey?»
Jesús le responde:
«Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.»
Ante lo cual Pilato le responde en el verso 38:
«¿Qué es la verdad?»
En el Evangelio que vengo citando en el capítulo 8, verso 32 Jesús manifiesta:
…»y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.»
Concluyendo:
La Verdad no es un concepto sino una persona: Jesucristo.
Por lo tanto, no es solo el punto de referencia para cualquier dilema ético, moral o espiritual, sino también como medio de acceso a la presencia de Dios Padre.
Porque como afirma Pedro en el libro de los Hechos en el capítulo 4, verso 12:
«Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.»
Suscribe: Marcelo G. (Para lo periodístico: Margal: conductor y realizador del programa COMO PEZ EN EL AGUA, que se emite los viernes a las 23:00 hs por la 93.5 fm Radio del Plata Rosario)
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