El novelista y periodista estadounidense del siglo XX John Dos Passos plasmó en un texto lo que a continuación transcribo:
“La esperanza es el combustible que impulsa nuestros sueños y nos da fuerza para seguir adelante.”
Lo que acabo de citar, me lleva a reflexionar lo siguiente:
¿En qué o en quién ponemos nuestra esperanza?
La respuesta puede variar según la edad cronológica o madurativa del sujeto que la responda y también de los valores o disvalores que el tal tenga como paradigma a seguir.
Están aquellos que por su inmadurez ponen su esperanza en poder asistir a un evento musical o de fútbol, donde juegue su equipo favorito o la selección de su país.
Están aquellos que la ponen en conseguir una pareja que colme sus respectivas.
Otros en poder tener un título universitario.
Luego, están los que la depositan en algún signo político o en una persona que según su imaginario va a traer un bienestar cuando ocupe una administración de gobierno a cualquier nivel.
Por último, hay individuos que lo hacen en una religión o espiritualidad, con la creencia que más allá de lo que les toque vivir en este mundo van a estar mejor en la eternidad.
Estamos en un momento de la historia en donde la gente tiene cada vez menos esperanza.
A nivel mundial el planeta padece guerras como la de Ucrania con Rusia y ahora lo que ocurre en medio oriente con el conflicto entre Israel y Palestina, en el cual ya se están sumando otros países.
En cuanto a Argentina, la patria vive un momento muy difícil en lo económico y social. Esto es producto de un gobierno que más allá que recibió una pesada deuda con el Fondo Monetario Internacional, la pandemia del Covid 19, y la sequía hizo que no entraran las divisas esperadas. Tuvo grandes errores a nivel ejecutivo y también, en correlato, la actitud de la vicepresidente Cristina Fernández boicoteando a Alberto Fernández, su compañero de fórmula como presidente de la Nación.
Por otra parte, hoy se realizan los comicios para elegir al que va a tomar las riendas de la República. El ciudadano promedio sabe que no va a sufragar por el mejor sino por el menos nocivo.
Hay cinco opciones:
Miriam Bregman (Frente de Izquierda y los Trabajadores), gracias a Dios con muy pocos adherentes.
Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País), que creo que sería la mejor opción pero como se han dado las cosas no tiene posibilidades de llegar ni siquiera a un balotaje.
Sergio Masa (Unión por la Patria), que habla como opositor de si mismo pero en la praxis ocupa el “Sillón de Rivadavia”.
Luego está Patricia Bulrich (Juntos por el Cambio), que se la ve con carácter como para tomar el poder.
Pero también con el antecedente de la fuerza política a la que pertenece, que no se caracteriza por beneficiar a los sectores más vulnerables de este suelo.
Finalmente, el preocupante Javier Milei (La Libertad Avanza), que quiere “pulverizar” el estado y cuyos votantes son en su “núcleo duro” los jóvenes a los cuales seduce con una estética que recuerda a la de Adolfo Hitler.
Concluyendo:
No sé que puede pasar hoy en las urnas. Mi ruego, es que la sensatez sea superior a sufragar por un verdugo como Milei o un ineficaz e inescrupuloso como Masa.
Al menos, optemos por una derecha con cierto grado de cordura como aparenta tener la representante de Juntos por el Cambio.
Suscribe: Marcelo G. (Para lo periodístico: Margal: conductor y realizador del programa COMO PEZ EN EL AGUA, que se emite los viernes a las 23:00 hs por la 93.5 fm Radio del Plata Rosario)
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