El medico Lucas, una persona muy cercana al Apóstol Pablo (Col.4:14; Flm.1:24; 2 Ti.4:11) es el autor del Evangelio que lleva su nombre.
En el mismo, en el capítulo 2, versos del 1 al 7 se dan datos pormenorizados del contexto histórico del nacimiento de Jesucristo; después de haber sido gestado en el vientre de la virgen María.
Como expresa el verso 1 el emperador romano Augusto Cesar (ocupó ese cargo del 30 a.C. al 14 d.C.) mandó a empadronar a todos los habitantes del imperio.
En el verso 2 nos dice que este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
La realización del mismo tenía que ver con la recaudación de impuestos para Roma.
Por lo tanto, como enuncia el verso 3 cada uno iba a ser empadronado en su ciudad.
En el verso 4 nos dice que José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David (Lc.1:27).
En el verso 5, nos relata Lucas, que lo había hecho junto a su esposa María, que estaba embarazada.
En el verso 6 nos relata que estando en Belén se produjo el nacimiento del niño.
El verso 7 lo describe de la siguiente manera:
“Y dió a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”
De todo lo referenciado, quiero destacar dos cosas:
En primer término: Isaías profetizó todo lo que he expuesto en dos capítulos de su libro:
En el 7, verso 14:
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”
Y en el capítulo 9, verso 6:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Principe de Paz.”
Todo esto fue narrado 700 años antes de que ocurriese.
En cuanto al primer pasaje que cité la Biblia de Estudio Plenitud nos dice lo que a continuación voy a transcribir:
“La señal profética del capítulo 7, verso 14 del libro de Isaías fue dada a Acaz como una confirmación de la esperanza de Judá en medio de la adversidad, y tuvo una consumación histórica inmediata. Su uso en el NT demuestra también que tuvo un significado mesiánico.
Un hijo para los lectores de Isaías hubiese sido un heredero no identificado de la casa de Acaz, quizás su hijo Ezequías. En sentido mesiánico, la profecía se cumplió en Jesucristo. Emanuel (Dios con nosotros) fue el título que se le dió para confirmar la participación de Dios en la liberación de Judá de la coalición Sirio – Israelita; también desde el punto de vista mesiánico se convirtió en un término clave que marcó la encarnación de Cristo.”
En cuanto al capítulo 9 verso 6 quiero destacar el cuádruple nombre y los atributos del niño.
*Admirable Consejero: una persona que guía con una sabiduría sobrenatural. Algo que solamente puede hacer Dios, o un individuo con una medida de revelación Divina.
*Dios Fuerte: alguien invencible y que todo lo puede (Omnipotente)
La palabra “Fuerte” tiene un significado original de héroe. Lo anterior, se evidencia en Jesucristo que se determinó, por mandato de la Primera Persona de la Trinidad, ir a la cruz para vencer a la muerte, al mundo, a la carne y al mal.
*Padre Eterno: Él es el Hijo pero en Él también está el Padre.
Lo anterior, está evidenciado en el Evangelio de Juan capítulo 14, versos 8 y 9:
“Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
Por último: en el Evangelio de Juan capítulo 2, verso 7 dice “que no había para ellos lugar en el mesón.”
¿Qué significa lo anterior?
Que en el “sistema mundo” no hay lugar ni para Dios ni para la Verdad.
Las dos cosas se conjugan en Jesucristo. Porque el amor que llevó al Señor a ir al Calvario (el ágape) va en contra de la condición humana, como producto del pecado original y su consecuencia: La caída del Paraíso.
Conclusión:
Solamente a través de Cristo podemos tener la posibilidad de la vida eterna. Porque como está escrito en el libro de los Hechos capítulo 4, verso 12:
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
Suscribe: Marcelo G. (Para lo periodístico: Margal: conductor y realizador del programa COMO PEZ EN EL AGUA, que se emite los viernes a las 23:00 hs por la 93.5 fm Radio del Plata Rosario)
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