Agentes de la Secretaría de Control municipal desmontaron puestos ilegales de venta de alcohol y estructuras metálicas que contaban también con parrilleros, toldos, barras y otras estructuras.
En tanto, otros locales quedaron clausurados y notificados de las situaciones de las que deben abstenerse, principalmente la venta de bebidas alcohólicas y la difusión musical a alto volumen.
El secretario de Control y Convivencia, Diego Herrera, destacó en torno al operativo: “Este es un sector del que se recibieron muchas denuncias de vecinos por ruidos molestos y conflictividad social. Por eso actuamos con el apoyo de la policía y levantamos todos los puestos que funcionaban en forma clandestina”.
“Estuvimos trabajando en esta situación con inspectores que estuvieron viendo qué sucedía acá, y al comprobar las irregularidades decidimos actuar. Estos lugares también trabajaban a la noche, y domingo a la tarde cuando la playa estaba abierta. Quienes manejaban estos puestos no tienen vinculación con los bares de la zona. A los responsables de esos puestos también se les notificó que estaban ocupando el espacio público, que no tenían habilitación, que vendían bebidas alcohólicas a cualquier horario y que también molestaban con la música a alto volumen”, subrayó el funcionario.