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Escandalosa eliminación de Boca

Boca perdió por penales (3 a 1) frente a Atlético Mineiro y quedó eliminado de la Copa Libertadores.

Por: Agustín Granatto

En un partido lleno de polémicas, Boca empató sin goles y cayó derrotado en la definición por penales.

El clima ya venía caliente por el partido de ida, dónde a Boca le anularon un gol muy polémico en La Bombonera y dicho encuentro termino en un pobre empate 0 a 0.

En este partido, el de vuelta, casualmente volvió a ocurrir lo mismo. Boca convirtió un gol y también se anularon, de esta manera nuevamente el encuentro terminó 0 a 0.

Para algunos Boca fue perjudicado y para otros no, algunos pensaran que los goles fueron válidos y otros no.

Pero los problemas no fueron solo los goles anulados, sino todas las consecuencias que provocó esa serie de fallos arbitrales.

Desde lo futbolístico el partido fue malo y aburrido, ninguno de los equipos jugó bien ni generó grandes chances. Con muy poco fútbol, una sola llegada de Mineiro y el gol anulado de Boca, el encuentro finalizó 0 a 0 y tuvieron que definir por la serie de penales.

Marcos Rojo metió el primer y único penal para Boca, ya que los otros tres que ejecutaron no convirtieron.

Mineiro erró dos y convirtió tres, por lo que gano la tanda 3 a 1.

Una vez finalizado el partido llegaron los inconvenientes. Cuando todo parecía que terminaba ahí, con una polémica y demás, empezaron los problemas.

Peleas por acá, peleas por allá, todo comenzó de camino a los vestuarios. Lo primero fue con dirigentes de Boca contra la seguridad de Mineiro, luego se sumó el cuerpo técnico del Xeneize y los jugadores. Ahí el mal clima ya pasó a pelea de puños, agresión e incluso tiraban ciertos objetos para todos lados. Lejos de que termine, todo Boca seguía enojado y fueron directo para el vestuario visitante, que fue cuando definitivamente se desmadró la situación, intervino la policía y rápidamente dispersó a todos con gas pimienta. Los problemas seguían, y dentro de todo el tumulto se encontraba el propio presidente de Atlético Mineiro, que incluso también agredió a alguien de Boca luego de arrojar unas botellas.

Finalmente todo se fue calmando en el estadio, pero no quedó ahí. Algunos personas del plantel de Boca, jugadores y cuerpo técnico, fueron acusados por la policía y debieron declarar. Ante esta situación, el resto del plantel decidió que no los iban a dejar solos y por lo tanto, toda la delegación entera del Xeneize terminó en la comisaría.

Todo esto se dió en horas de la madrugada, justo en el horario que Boca tenía pensado regresar a nuestro país.

El equipo tenía programado tomar un avión aproximadamente a las 23hs para poder estar en Argentina alrededor de las 2am, pero no fué así.

El aeropuerto de Belo Horizonte cerró a las 2am, hora en que la todos se encontraban en comisaría, por lo tanto debieron pasar la noche en Brasil.

El cronograma de Boca debió suspenderse y todo quedó en la nada. Por otro lado, lo que buscaron fue no romper la burbuja, ya que sino deben aislarse durante 10 días y este mismo sábado ya deben jugar por el torneo local y el tiempo no les daría.

Una noche atípica, en dónde se habló más de lo extra deportivo que de lo futbolístico, algo que solo puede ocurrir en el fútbol de Sudamérica.

La Copa Libertadores nos dejó otro episodio que pasará a la historia, la noche en la que a Boca, por segundo partido consecutivo, lo perjudicaron y quedó eliminado del torneo.

Hablando sobre fútbol, el Xeneize volvió a jugar mal. Boca sigue sin jugar bien, sin encontrar un estilo, y con sus planteos “pobres” y “aburridos”.

Un Rossi que fue figura, no por atajar mucho ya que Mineiro no ocasionó casi ninguna jugada, pero lo poco que tuvo que intervenir lo hizo bien.

Pasa destacar la gran actuación de Marcos Rojo, mostró la versión que todos conocemos de él. De un defensor sólido, aguerrido y con mucha entrega. Fue el mejor de Boca.

Un mediocampo que no termina de funcionar ni entenderse. Varela, que fue de lo mejor de la temporada pasada, ahora no juega. Un Medina que pasa desapercibido, un Rolón que todavía no se adoptó a lo que es Boca y el Púlpito González fue el mejor del medio.

Una delantera que hace poco y nada. Pavón no aporta casi nada, Villa no mostró su mejor carta y un Briasco, que al igual que todos los 9 de Boca del último tiempo, juega muy solo y tiene que luchar contra todos los rivales y eso le imposibilita las chances de generar peligro o meter goles.

Un plantel que también quedó demostrado que es corto, ya que en el banco no hay ningún jugador de recambio que pueda aporta algo distinto a los titulares.

El equipo sufrió las grandes bajas de Buffarini, Zarate y Tévez, los tres jugadores con más jerarquía que tenían y se fueron.

También se notaron las ausencias de Fabra, Almendra y Cardona.

Un Russo que parece esquivo a la Libertadores pero no al torneo local. Un Miguel que plantea mal los partidos y que no termina de armar un buen equipo.

Un Boca que lo termina de consolidarse y que nuevamente quedó eliminado del torneo internacional más importante de Sudamérica.

Un Boca que ahora deberá apostar todos los cañones a la Copa Argentina y al Torneo Local.

El Xeneize espera por la llegada de Luis Advíncula, que todo parece indicar que llegaría esta misma semana, parece un poco desafortunado que llegue justo después de la eliminación pero es así.

Por otra parte esperan por la llegada de Juan Ramírez, el volante de San Lorenzo por el cuál están negociando.

Quedó demostrado que Boca debe mejorar y mucho si quiere competir por grandes cosas. Necesita un recambio, una renovación, y no solo de jugadores puntuales si no que en general.

Si Boca desea volver a brillar, cómo lo fue en la época del 2000, debe cambiar muchísimo y necesita comenzar de inmediato.

Esta vez fue perjudicado, quedó evidenciado, pero hace años que se viene quedando en la puerta y luego debe conformarse con títulos locales.

Boca tiene la obligación y la necesidad de competir en todos los torneos que dispute, y eso implica la Copa Libertadores, la cuál no gana desde aquel 2007.

Ahora tienen todo un semestre para armar un buen equipo, prepararse de la mejor manera y así poder competir por todo la temporada siguiente.

De igual manera, ahora no debe bajar los brazos ni dormirse y deberá apostar todo por los títulos locales. Por la propia demanda de su grandeza, Boca debe ganar al menos uno de los títulos locales en los que está compitiendo.

En la Copa Argentina enfrentará, nada más ni nada menos que, a River. Sí, una nueva edición del SuperClasico es la que decidirá quien avance de ronda. Si los dirigidos por Russo o los de Gallardo. Un partido que lógicamente no será fácil y en dónde también se jugarán mucho.

El torneo es otro cantar, comenzó hace solo una semana y este fin de semana recién jugarán la segunda fecha. Por lo tanto le quedan muchas fechas por delante para poder mejorar y competir hasta el final.