El primero de octubre, en el programa «Jacke Mate» <que se emite los sábados por la señal de cable «Somos Rosario» a las 21:00 hs> estuvo Renata Ghilotti <Secretaria de la Mujer del PRO Santa Fe> que habló, entre otros temas, de la decisión política para un nuevo paradigma con respecto al transporte público en Rosario.
Antes de decir lo que le preguntaría a Ghilotti, les aclaro que a esta altura de mi vida no simpatizo con ningún color político en particular < ni siquiera con los que se denominan cristianos>
Cuando tengo que emitir un voto trato de discernir que candidato es el adecuado, o en su defecto, cual es el menos nocivo para la República.
En cuanto a Renata, le diría lo siguiente: El señor Mauricio Macri tomó una deuda de 40.000 millones de dólares, ¿por qué en su momento con parte de ese dinero, por ejemplo, no relanzó el ferrocarril?
En definitiva: los Argentinos estamos en una «encrucijada» ante las elecciones nacionales del próximo año: el partido de Ghilotti <que es elitista y vende patria>, la actual administración < que más allá que manifieste tener una intencionalidad de justicia social, nos llevó a una situación de gran incertidumbre económica, política, en donde un porcentaje importante de la población está bajo la línea de pobreza>, ha hecho que se legislaran leyes en contra de los parámetros bíblicos, soberbia mayúscula por parte de Cristina Fernández <la que obstenta el poder real en el espacio de gobierno> y sospechas de corrupción <tanto de Cristina como de su entorno>, o Javier Milei < un individuo con cierto desequilibrio anímico con rasgos fascistas>
Por todo lo expuesto: más que nunca buscar de Dios para que no venga un juicio sobre Argentina, como lo está padeciendo actualmente Venezuela.
A partir de todo lo reflexionado: los que decimos ser cristianos determinémonos a hacer lo que el segundo libro de Crónicas demanda en el capítulo 7, verso 14:
«…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.»
A manera de conclusión:
Depende de la actitud de la Iglesia de Argentina si vamos a vivir «quieta y reposadamente» o vamos a padecer «una hecatombe» por no haber estado como «Pueblo Elegido» a la altura de las circunstancias.(Abd.1:15)