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EMULANDO A JESÚS

Jesús se define a si mismo en el Evangelio de Juan capítulo 10, verso 11 como “el buen pastor.”

¿Qué es ser un buen pastor?

Lo que afirma el Señor en la segunda parte del versículo: “aquel que da su vida por las ovejas.”

La humanidad, debido a la caída producto del pecado original de nuestros ancestros primeros Adán y Eva, está muerta espiritualmente y por lo tanto las almas iban camino a una eternidad en el lago de fuego.(Ap.20:15)

Pero por la obra redentora de Cristo Jesús (el buen pastor) todos aquellos que fueron llamados y le recibieron como su Señor y Salvador pasaron de muerte a vida.

Pero hay una paradoja en lo anterior: para vivir eternamente hay que morir a la vieja vida para que la vida del resucitado tome control de aquellos que son sus hijos.

Lo pretéritamente expuesto, está evidenciado en el Evangelio de Mateo capítulo 16, verso 24 y 25:

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”

Con respeto a lo que he citado, les digo lo siguiente:

La salvación no se gana porque si eso fuese posible no hubiese sido necesaria la muerte vicaría del Verbo Encarnado.

La misma, es un acto volitivo en conjunción con la fe.(Ro.1:17) Pero para seguirle es necesario hacer su voluntad.

Como está expuesto en el Evangelio de Juan capítulo 15, versos 14 y 15:

“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”

Si hay algo que caracteriza a la dispensación de la gracia es que los que somos sus seguidores poseemos una medida de la mente del Señor.(1Co.2:16)

Tal condición nos permite tener las herramientas espirituales para vencer todo ataque del demonio con la espada del Espíritu: la Biblia.(Ef.6:17)

Concluyendo:

Como dice el libro de Apocalipsis en el capítulo 12, verso 11:

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.”

La diferencia la hizo Jesús como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”(Jn.1:29)

Lo que tiene que hacer el converso a través de un testimonio cotidiano es evidenciar el carácter de la deidad.

¿Cómo se puede lograr esa meta?

Morir cada jornada a los deseos egoístas para que la plenitud de Cristo sea evidente en el discípulo.

   Periodistico: Marcelo G.  Margal: conductor y realizador del programa COMO PEZ EN EL AGUA, que se emite los viernes a las 23:00 hs <si hay fútbol a las 24:00 hs> por la 93.5 fm Radio del Plata Rosario) FACEBOOK: COMO PEZ EN EL AGUA CHARLAS VITALES.