El martes 22 de noviembre, la selección nacional hizo su debut en el “Lusail Stadiun” de la localidad homónima en el “Mundial de Fútbol” que se está desarrollando en Qatar.
La capital del país anfitrión es Doha que proviene de la palabra árabe Ad- Dawhah que significa “el gran árbol”.
Con respecto a lo anterior, les digo lo siguiente:
El Mundial para muchos compatriotas es “la gran ilusión” del momento.
Una cosa son los sueños y otras las ilusiones.
Un sueño, por ejemplo, es lograr tener una vivienda propia, lograr un título universitario, formar una familia.
En cambio, una ilusión es algo que tiene que ver más con las fantasías de la mente:
La ilusión de mi infancia era querer que los “reyes magos” me trajeran la pelota número cinco o la bicicleta.
En la adolescencia conocer a los ídolos de la música, el cine o el deporte e implícitamente que mi equipo favorito saliera campeón.
A manera de conclusión:
Que el “gran árbol” que para muchos argentinos es la “Copa del Mundo” (lo ilusorio y urgente) no tape lo importante:
Un país en donde el presidente de la nación está “pintado”.
Un país donde la vice presidenta de la patria es la que realmente gobierna y paradójicamente con el helicóptero presidencial y dineros públicos hizo un acto donde se conmemoró “el día de la militancia peronista”, en el que habló como opositora de si misma.
Un país en donde no veo en la oposición al oficialismo alguien potable para ocupar el cargo de primer mandatario.
Un país donde hay “solidaridad” pero el compromiso brilla por su ausencia, quizás porque el supuesto filántropo con sus actos quiera acallar una conciencia culpable por ser corrupto, consentir la corrupción (que lo convierte en iniquo también), o impotente de carácter e implícitamente cobarde.
Un país en donde si no se modifica radicalmente todo lo que acabo de mencionar es candidato al destino de Cuba o Venezuela.
Marcelo G. Margal: conductor y realizador del programa COMO PEZ EN EL AGUA