Esto implica un crecimiento de un 30% en los test en comparación con el mismo período de 2023, mientras que el índice de positividad continúa cayendo y se ubica por debajo del 3 por ciento.
“Los datos se dan en el marco del fuerte compromiso que tenemos con la seguridad vial, tal como nos pide el intendente Pablo Javkin. Para nosotros esto es una prioridad. Hemos logrado tener más presencia en la calle y en distintas zonas. Y desde hace un tiempo ya venimos observando que cada vez hay más conciencia de que no se debe tomar a la hora de manejar”, destacó el secretario de Control y Convivencia, Diego Herrera.
Vale recordar que el trabajo municipal es realizado por las direcciones de Tránsito, Fiscalización del Transporte y Proximidad. Las cifras se conocen a partir de la realización de 1.959 operativos de control vehicular en lo que va de 2024, siempre con la presencia de agentes de la Secretaría de Control y Convivencia municipal y del Ministerio de Seguridad Provincial, la Policía de Santa Fe o Fuerzas Federales dependientes de Nación. En ese marco, en total, este año ya se controlaron 87.888 vehículos.
De estos, un total de 8.916 fueron remitidos. En la mayoría de los vehículos enviados al depósito municipal se pudo constatar incumplimientos en materia de seguridad vial y documentación.
Los números de la alcoholemia
Lo más saliente surge a la hora de analizar los datos de alcoholemia. Cabe recordar que al momento de la creación de la Secretaría de Convivencia en 2014, la cantidad de test anuales no superaban los 10 mil y el porcentaje de positividad rondaba el 15%. En lo que va de 2024 se hicieron 35.210 controles de alcohol a conductores, de los cuales 999 dieron positivos. Es decir, el índice de positividad fue del 2.83%.
Mientras que en igual período de 2023 se habían hecho 23.193 fiscalizaciones vehiculares, con 1.063 positivos, lo que había dado un 4.58% de positividad. Así, los guarismos siguen reflejando un incremento de los controles en torno al 34%, a la par que destacan que continúa cayendo el consumo de alcohol al volante.
“Con un trabajo sostenido, que se profundizó este año, se ha transformado la realidad en la ciudad de Rosario. Las campañas para la toma de conciencia, la instauración de legislaciones más concientes y la multiplicación de los controles en el territorio generaron una adecuación del rosarino a la normativa. Y esto se refleja en la baja de la accidentología y los lesionados graves”, continuó Herrera.
Por su parte, también se desarrollaron 405 controles de narcolemia, generando 65 resultados positivos. Cabe destacar que sólo se realiza un control de narcóticos cuando el conductor no ha dado positivo en el test de alcoholemia y, según el análisis ocular del médico que está presente en los operativos, el conductor podría estar en una situación de conducción bajo los efectos de alguna sustancia.
“Bregamos siempre por la seguridad vial de todos los actores intervinientes en la calle. La de los peatones, pero también de los conductores. Sabemos perfectamente que este trabajo da sus frutos y que la prevención salva vidas”, concluyó el funcionario municipal.