Otra vez el precio de la carne vacuna quedó en el centro de la escena, como uno de los responsables de la actual inflación. Esto ocurrió en marzo del 2006 y se aplicó la misma receta del cierre de las exportaciones de carne bovina. Cabe recordar también que provocó un efecto devastador sobre la actividad, generando la pérdida del 20% del stock bovino. Al poco tiempo y frente a la escasez, la carne volvió a subir y superó los valores previos al cierre. La carne vacuna vale, ya que producirla lleva un proceso de 2 años hasta obtener un novillo. La misma ha perdido su peso relativo en la composición de las dietas proteicas, la cual ha sido suplantada por otras carnes más económicas de producir.
A su vez, destacamos que la exportación de aproximadamente 1 millón de toneladas de carne es un proceso virtuoso, el cual genera el ingreso de divisas y una vasta cadena de trabajo, que genera arraigo en el interior del país.
Una vez más el gobierno actúa en forma inconsulta y cierra en forma intempestiva las exportaciones de carne, cabe destacar, que con ello también cierra la confianza del sector agroindustrial argentino Servimos a la patria, mejorando la producción.
Por Luis Ciucci.