El diputado nacional por la Democracia Cristiana, Juan Fernando Brügge, integrante del bloque Encuentro Federal, expuso en el Congreso la alarmante situación de la infraestructura de transporte de pasajeros en Argentina, denunciando la falta de inversión en rutas y obras públicas, así como la desregulación de normas y controles que, según él, ha dejado a los ciudadanos a merced de un sistema de transporte riesgoso y fragmentado. Brügge destacó que este deterioro, agravado desde fines del año pasado, ha generado enormes problemas en las rutas y vías ferroviarias del país, dejando desconectadas a numerosas comunidades del interior.
“La situación actual de nuestra infraestructura de transporte de pasajeros es el resultado de años de desatención, y los argentinos lo están padeciendo cada día más. Sin trenes que conecten a los pueblos del interior, ni rutas en condiciones, los ciudadanos quedan cada vez más aislados y sin alternativas seguras para moverse entre regiones”, afirmó el legislador. En este sentido, advirtió que la posible privatización de Aerolíneas Argentinas acentuará aún más esta desconexión, privando a los argentinos de una red de transporte accesible que hasta ahora ha sido fundamental para el desarrollo federal.
El legislador cordobés apuntó a las políticas de desregulación impulsadas por el actual gobierno de Milei y el ministro de Transporte, Sturzenegger, como factores que incrementaron la precariedad y los riesgos en el sistema de transporte público de pasajeros. La flexibilización de los controles y la falta de normativa clara, señaló, han hecho que los pasajeros queden expuestos a un sistema deficiente y peligroso, sin la cobertura de servicios adecuados en las zonas alejadas de los grandes centros urbanos.
“No podemos aceptar que en tiempos de crisis o emergencias los ciudadanos queden incomunicados o dependientes de un sistema de transporte privado que prioriza el lucro sobre la seguridad y la conectividad”, enfatizó el dirigente, agregando que en momentos críticos, como los desastres naturales, muchas aerolíneas de bandera en otros países cumplen un rol esencial para conectar y asistir a las poblaciones más afectadas.
Para el referente parlamentario Aerolíneas Argentinas cumple una función estratégica que trasciende su condición de empresa, actuando como un pilar del federalismo. “Defender Aerolíneas no es solo defender una empresa estatal, es defender una herramienta de integración que brinda a los argentinos la posibilidad de conectar sus destinos a lo largo del país”, argumentó. Según su visión, el Estado debe mantener el control de esta compañía para garantizar que el transporte sea accesible y seguro en todas las provincias, independientemente de su rentabilidad.
El legislador sostuvo que, en lugar de avanzar hacia una privatización, es necesario implementar un modelo de gestión mixta donde el Estado mantenga una participación mayoritaria y pueda garantizar el rol social de la aerolínea. “Sabemos que privatizar Aerolíneas dejaría a muchas regiones sin conexión, sujetas a un sistema de transporte regido por la rentabilidad en lugar de la conectividad federal”, advirtió.
En el contexto de una infraestructura vial y ferroviaria deteriorada, y una política de transporte desregulada, Brügge enfatizó que el Estado debe asumir la responsabilidad de planificar un sistema de transporte integral que incluya rutas, trenes y una aerolínea de bandera. Para el legislador, esto es fundamental no solo para garantizar el acceso de los ciudadanos a sus destinos, sino también para impulsar el desarrollo económico en las regiones más aisladas.
“La desconexión actual es producto de la desidia y la falta de inversión en obras públicas, y debemos revertirlo. Necesitamos trenes, rutas seguras y una aerolínea que integre al país. No podemos permitir que decisiones de unitarismo centralista determinen el futuro de la conectividad en Argentina; tenemos que pensar en un país verdaderamente federal”, concluyó Brügge.
El mensaje del diputado, firmado en su dictamen de disidencia junto con el Bloque que integra, resalta en un clima de debate creciente sobre el rol del Estado en los servicios públicos, donde las posturas están divididas entre la privatización y el fortalecimiento de un sistema de transporte estatal y seguro que priorice la integración y la soberanía nacional.