En el marco del cese de actividades por la balacera que hirió a un niño de primer grado de la escuela 1319, ATE Rosario concentró en unidad con otros sindicatos en el Ministerio de Educación.
Dolor y bronca. Con esas sensaciones transmutadas en organización de la lucha, gremios locales se concentraron en la cartera para exigir a las autoridades que den “respuestas urgentes y profundas en defensa de toda la comunidad educativa, de la escuela pública y de la vida”, ante una nueva balacera en una puerta escolar donde un niño fue herido.
“Es el momento de ocupar las calles, de decir basta, que estamos hartas y hartos. Son 222 víctimas por narcotráfico el año pasado. Rondamos las 140 víctimas de homicidios en lo que va en 2023. La mayoría menores de 18 años, están matando a nuestras infancias, niñeces y adolescencias. Esta balacera fue cerca del lugar de asesinato de Maxi Jerez y donde hirieron tres niños más”, expresó Liliana Leyes, Secretaria de Organización de ATE Rosario y de Derechos Humanos de la CTA Autónoma.
“Van por las escuelas porque son las que cobijan, las trincheras donde los pibes y pibas encuentran una alternativa de vida. Hay muchas responsabilidades. La del Estado es saber con qué balas se sale a matar. Cada bala tiene su número y no se investiga eso. El narcotráfico está más organizado que la respuesta estatal a las necesidades de la gente. Hay que investigar profundamente de dónde salen las balas que hieren a nuestra ciudad”, dijo.