Estatales provinciales cesaron tareas y concentraron en Plaza San Martín junto a otros sindicatos. Calificaron al gobernador Pullaro de “mentiroso” y exigieron el pago de lo adeudado de 2023. Se va camino a una jornada nacional de lucha a fines de febrero.

El asunto no es solo moral. En un momento de inflación desatada y aplastamiento salarial –“la licuadora” le llama el presidente Javier Milei-, no abonar el desfasaje del 36% respecto al sueldo de diciembre y regatear para que quienes están apenas subsistiendo económicamente sigan perdiendo, es condenarlos al hambre y la carencia. Hablamos de estatales, docentes, profesionales de la salud, calificados de esenciales, a quienes se les pide asistencia perfecta, rendimiento óptimo, heroísmo laboral y sanidad mental, con salarios miserables, condiciones laborales deplorables y dinámicas de trabajo para llegar a fin de mes que ‘romperían’ a cualquiera.

“Cada vez nos cuesta más llegar a fin de mes. Con este salario comemos una vez al día”, alertó la dirigenta que denunció la vuelta de las sumas en negro a los salarios. Por eso exigió sueldos que igualen a la canasta familiar, hoy en $930 mil pesos, el pase a planta de todos los trabajadores y trabajadoras y la actualización de las asignaciones familiares, entre otros puntos. Vale recordar que Santa Fe paga sólo $5000 por hijo/a/a; $510 de ayuda escolar; y $9 (no hay error de tipeo) por escolaridad primaria.

Sobre el gobierno provincial, aseguró que “nos mintió” y, en referencia al nacional, fustigó: “vinieron con la licuadora, la motosierra, un DNU y la Ley Ómnibus que le frenamos en las calles”. Avizorando un panorama muy complejo y destacando el casi cantado no inicio del ciclo lectivo, apuntó a que en el congreso de CTERA del 22 de febrero se defina un paro nacional.

Y desafió: “le preguntamos a los genios de la economía a dónde se van a ir a atender los que se queden sin obra social, sin trabajo, sin prepagas. En los centros de salud se caen los techos en la cabeza y no hay un ventilador para atender con 50 grados a la sombra. Un millón de votos no son un cheque en blanco. Hay que hacer que cambie el rumbo económico de la provincia y del país. Va a ser un año duro y hay que buscar compañero y compañera y decirles que no estamos dispuestos a pagar ninguna fiesta como dicen, en la cual no estuvimos”.

Previo al acto realizado en pleno mediodía en plaza San Martín, ATE y Amsafe se dirigieron a IAPOS para plantear también las enormes dificultades y tarifazos que atraviesan los afiliados y afiliadas. Presentaron, además, un relevamiento conjunto con datos preocupantes. Lograron una reunión para la semana que viene con las autoridades de la obra social.
Por la salud, por los salarios, por las condiciones laborales, Almirón fue terminante antes de cerrar la jornada: “que los paritarios sean contundentes a la hora de sentarse en la mesa, porque donde no está el Estado crece la violencia y los sufrimos todos los días porque estamos en la primera línea, somos esenciales”. La lucha sigue, con una nueva jornada nacional de ATE y el Frente de Trabajadorxs del Estado para fines de febrero. Se va amalgamando la unidad para el plan de lucha que pueda frenar este brutal ajuste.