Este miércoles ATE Rosario se manifestó en el Nodo Salud, donde trabajadores y trabajadoras de la salud provincial y nacional se manifestaron contra los despidos y las cesantías. En PAMI Rosario se registraron cuatro desvinculaciones. En torno al Geriátrico Provincial se logró que todas las suplencias fueran aprobadas, con 18 ya cargadas y las restantes con compromiso de resolución.
Sobre cómo impactaría en el efector de calle Ayolas, el delegado Roberto Fleitas detalló que “necesitamos en este momento 31 reemplazos, hace más de un mes estamos haciendo guardias mínimas, tenemos servicios con 20 pacientes, en el cual muchas veces hay 1 enfermero por sala o 2. Hoy ya no se puede trabajar más de esa manera”.
En el caso de PAMI Rosario, el secretario general de la Junta Interna, Darío Zarza, contó que “la explicación que nos dan las autoridades es que es una evaluación que se hace periódicamente a todo el personal del PAMI y bueno, al tener a estos compañeros esa evaluación negativa fue el motivo por el cual se les dio de baja esa evaluación”. Pero no dieron más precisiones y se los notificaron en su jornada laboral de manera totalmente inhumana.
Eleonora Salvatierra, secretaria de Salud y Seguridad Laboral del gremio, recordó que durante la pandemia quedó clara la faltante de personal sanitario. Y que en ese momento se fue cubriendo con precarización laboral. “Afecta a toda la región, a toda la provincia y atraviesa a la salud pública”, aseguró.
Solidaridad como bandera
En la movida realizada en las puertas del Nodo en una fría mañana, había estatales de diversos sectores solidarizándose. Estefanía Molinas, asistente escolar de la Escuela 1095 – joven reemplazante con ya una década en el sector educación también a la espera de titularizar-, fundamentó su presencia en la necesidad de “empatizar con los otros compañeros ante toda la ola de ajustes y despidos injustos y sin previo aviso que estamos sufriendo los estatales, los provinciales, y vamos a seguir acompañándonos entre todos para generar una fuerza de trabajo comunitaria y solidaria”.
Celina Hyon, de Servicios Generales del Geriátrico, detalló que la inestabilidad laboral genera malestar y zozobra en todo el personal. Y detalló que “hay una sobrecarga laboral y los compañeros no pueden trabajar en condiciones dignas”, lo que redunda en “no poder satisfacer la necesidad de cada residente”, que rondan los 200.