El histórico ex jugador de Rosario Central, Omar Palma, de 66 años, fue hospitalizado este lunes después de sufrir una descompensación en su hogar y su estado es delicado. La ultima actualización del parte médico del Hospital Italiano informó que el ex futbolista continúa estable dentro de la gravedad del cuadro, en terapia intensiva, con sedación y asistencia mecánica respiratoria, por lo que el estado del “negro” Palma sigue siendo reservado.
En el mediodía del martes se difundió el parte médico oficial, que detalla que el paciente continúa internado en el área de Terapia Intensiva del Hospital Italiano Rosario. Además, informan que “su estado continúa siendo grave y su pronóstico es reservado”.
El dato brindado por el Hospital Italiano es que se le realizó una intervención quirúrgica y una embolización cerebral.
El “Negro”, quien se encontraba en su casa en Ybarlucea, fue trasladado de urgencia a la entidad sanitaria ubicada en Granadero Baigorria donde fue atendido por, lo que se creía que era, un pico de presión. Posteriormente fue derivado al Hospital Centenario para someterse a estudios médicos debido a una sospecha de un accidente cerebrovascular (ACV).
Al confirmarse que sufrió de una hemorragia cerebral, fue trasladado al centro de salud más sofisticado de Rosario y se encuentra internado en una Unidad de Terapia Intensiva con estado grave y un pronóstico reservado informó el parte médico del Hospital Italiano.
El vínculo de Palma con la institución rosarina comenzó en 1980, cuando tenía 22 años, y consiguió brillar en el Torneo Nacional después de un increíble gol en el triunfo por 5-1 a Racing de Córdoba en el estadio Gigante de Arroyito.
Cinco años después, se convirtió en pieza clave en el ascenso del “Canalla” a la Primera División y anotó uno de los dos goles, en la victoria por 2-1, ante Villa Dálmine.
No solo tuvo paso por el club rosarino, sino también tuvo paso por otros clubes como Colón de Santa Fe y River –en donde consiguió la Copa Interamericana-. A su vez jugó en el exterior, en 1989, en el Veracruz de México.
Dos años después volvió al club que lo vio debutar y, si bien tuvo campañas irregulares, no fue hasta 1994 que consiguió realizar una buena campaña en el Clausura, la cual le permitió disputar la Copa Conmebol del año siguiente y, también, ganarla.
De esta forma, el “Negro” se convirtió en el jugador más ganador de la historia de Rosario Central sumando una cantidad de cuatro títulos (el Nacional de 1980, el ascenso a Primera en 1985, el torneo 1986/87 de Primera División y la Copa Conmebol en 1995).