Este martes el presidente Alberto Fernández firmó una extensión del contrato con el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) por diez millones de dosis de Sputnik V adicionales. De esa manera, la parte rusa se compromete a entregar un total de 20 millones de vacunas: diez pendientes y diez del nuevo contrato.
Carla Vizzotti confirmó que partirá un avión a Moscú para traer más dosis entre martes y miércoles y otro vuelo antes del fin de semana. En este último embarque vendrán, no sólo dosis 1 sino también dosis 2, lo que provoca controversia.
“Hay que aclararle a la población que la dosis 1 no se vence -explicó Vizzotti-. Que el plazo de 90 días es un intervalo orientador, arbitrario, para dar una idea de cuándo se aplica la dosis 2. Pero no hay problemas en que cambien por unas semanas. La eficiencia de la primera dosis de Sputnik V es mayor a la de Johnson que es de una sola dosis.
La vacunación y el covid llegó a ser un tema político más que de salud. La oposición, en su escasez de argumentos, pasó de decir que la Sputnik envenenaba, a acusar al gobierno de no traer suficientes dosis del supuesto veneno, y ahora de no traer la dosis 2 venenosa. En su afán de crítica, Juntos por el Cambio y su pata mediática, trata de instalar que el ciudadano no está vacunado si no le dieron las dos dosis, cuando lo real es lo que afirmó la ministra: la primera dosis ya brinda una enorme protección.
La producción no es un proceso sencillo, ni en Rusia ni en Argentina: este lunes, por ejemplo, desde el RDIF explicaron que hubo partidas, producidas por ellos mismos, que no pasaron el estricto control de calidad.
La clave entonces está en que siga el flujo de vacunas y eso se consolidará con la llegada también, el 7 de junio, de una partida de la sustancia activa de Sputnik V, para hacer la terminación en la Argentina. El laboratorio Richmond, de Marcelo Figueiras, tiene una planta alquilada –está construyendo la definitiva– para completar el proceso y dice que si la parte rusa cumple con los plazos, Richmond podría entregar 500.000 dosis 1 y 500.000 dosis 2 antes de fin de mes.
Lo importante es que gracias al presidente Alberto Fernández y su gestión con el Instituto Gamaleya y La Federación Rusa, los argentinos contaremos con 10 millones de dosis más para inocular muy pronto a nuestra gente.