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El RIGI solo no hace milagros: las inversiones dependen de obra pública para sacar petróleo y minería

El Gobierno lleva aprobada la adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) de proyectos energéticos y mineros por us$ 13.067 millones, casi un 40% del total presentado de us$ 33.876 millones.

 

Los proyectos aprobados, se estima, generarán aproximadamente 1.000 empleos directos.

 

Pero uno de los mayores condicionantes para la concreción de inversiones, sobre todo en petróleo y minería, lo constituye el déficit de infraestructura en Argentina.

 

De ahí que la cifra que se lleva obtenida pudo haber sido mucho mayor si se tiene en cuenta que al menos 40 proyectos en exploración inicial o avanzada integran la lista de RIGI aspiracional.

 

Y por los tiempos que necesitan para tener una proyección de viabilidad económica (ya con la decisión del tipo de extracción y por lo tanto la inversión necesaria), hasta podrían quedar afuera, inclusive si el régimen se extendiera hasta 2027.

 

Los principales subsectores participantes son Petróleo y Gas, con 23 mil millones US$, Minería, con 15.4 mil millones US$, y Alimentación y Bebidas, con 2.2 mil millones US$.

 

Estimaciones oficiales reportan más de 16 mil millones de dólares en proyectos bajo este marco a junio de 2025.

 

Sectores como hidrocarburos, minería, energías renovables y siderurgia presentaron iniciativas desde el año de lanzamiento, de las cuales se aprobaron 35%, siete recibieron el visto bueno, una fue rechazada y otras 12 siguen en evaluación.

Presión competitiva de países mineros

La consultora Deloitte indicó que «se proyecta que las inversiones podrían alcanzar los 31.9 mil millones de us$ en el mediano plazo y 54 mil millones us$ en el largo plazo, con algunos proyectos ya presentados y otros planeados para ser presentados pronto”.

 

Sin embargo, a través de un completo análisis de la marcha del RIGI, alertó acerca de la intensa presión competitiva que experimenta Argentina en el escenario regional, particularmente en minerales estratégicos como cobre, litio, oro y plata.

 

En ese sentido, subrayó que muchas de las grandes corporaciones con proyectos en Argentina desarrollan operaciones en Chile y Perú de forma simultánea, lo que establece una competencia directa por el capital de inversión.

 

Un factor que encarece la producción en Argentina en comparación con sus vecinos es la insuficiencia de infraestructura, destacó, carencia que incrementa los costos operativos y atenúa parcialmente el beneficio competitivo que ofrece la paridad fiscal lograda con el RIGI.

 

Chile y Perú, con una tradición minera más longeva y marcos regulatorios consolidados, mantienen una ventaja sostenida en la atracción de inversiones debido a su infraestructura superior, puso de relieve.

 

Sin una solución logística a gran escala, el crecimiento minero no es sostenible, advierten los ejecutivos del sector.

 

La opción del ferrocarril emerge como la alternativa más viable para mitigar la dependencia del transporte automotor, especialmente en el Noroeste Argentino.

 

La exploración de la reactivación del Belgrano Cargas es prioridad, pero el financiamiento representa el principal escollo.

 

“No podemos crecer sin infraestructura”, reconoció uno de los inversionistas, aunque también puso de relieve que, bajo el contexto actual de austeridad fiscal, las empresas están analizando internamente cómo financiar estos proyectos.

 

En ese sentidos, el RIGI también contempla como inversión mínima us$ 300 millones para proyectos de transporte y almacenamiento de petróleo y/o gas, us$ 600 millones para explotación y producción de gas y/o petróleo, destinado a la exportación y us$ 600 millones para explotación y producción de gas y/o petróleo offshore.