El ingreso frente a la plaza 25 de Mayo fue renovado integralmente a modo de «nueva ventana al pasado». El intendente destacó el significado de la puesta en valor del patrimonio de la institución
“Hoy no solamente abrimos las puertas de este museo, sino abrimos una puerta a la historia de vanguardia que tuvo siempre esta ciudad. Una ciudad que nunca estuvo en los planes de nadie, nunca fuimos privilegiados en nada, que siempre se las tuvo que arreglar por su cuenta, antes y ahora”, ponderó Javkin. Y agregó: “Una ciudad que siempre generó historia de grandeza a pesar de todo, porque su gente piensa en grande, y por eso tenemos las cosas maravillosas que tenemos”.
Al destacar que el Estevez es un Museo Histórico Nacional, el titular del Palacio de los Leones afirmó que cuenta con “un legado invaluable de tesoros que guardamos, un viaje en el tiempo, que podemos hacer a través de la pintura y los muebles, del vidrio y la porcelana, de alfombras y lámparas ¡y de lo que descubrimos debajo del piso!”, expresó el intendente antes del corte de cintas de reapertura en relación a los hallazgos que se produjeron durante la intervención y que ahora se encuentran a la vista de todos a través de la infraestructura diseñada al efecto.
Respecto al inicio de las obras de restauración, el mandatario recordó que “estábamos en plena pandemia, no muchos se enteraron pero plantamos la semilla, e hicimos lo que siempre hizo esta ciudad, juntamos lo público con lo privado y pusimos los sueños arriba”.
Y graficó: “El poeta rosarino Felipe Aldana nos dice que hay un tiempo para sembrar y un tiempo para recoger. Y nosotros sembramos en el peor momento, por eso, que sirva como lección, porque estamos empezando el tiempo de recoger”.
Durante el acto también tomó la palabra el titular de la empresa constructora a cargo de las obras (MSR), Gabriel Redolfi, quien valoró la posibilidad que le dio el municipio «de poder ser parte de este magnífico trabajo. Los emprendedores somos parte de una sociedad y una cultura, no podemos estar al margen, es nuestra obligación devolver a la sociedad que nos ha cobijado, nos ha formado».
En tanto, la directora del Museo Estevez, Analía García, y el secretario de Cultura y Educación, Dante Taparelli, destacaron el trabajo realizado por las tres areas municipales comprometidas en la renovación, como Obras, Planeamiento y Cultura, y el trabajo de los equipos profesionales involucrados. Además, Taparelli subrayó que «el museo atesora las cosas que refinaron el espiritu de aquellas familias, nuestros padres fundantes. Y Rosario necesita elevarse sobre su propia identidad».
También participaron el secretario de de Obras Públicas, José Luis Conde; el coordinador de Gabinete, Rogelio Biazzi, y la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, entre otras autoridades municipales.
En el marco de la reapertura, actores ataviados como antiguos habitantes de la casa y de sus trabajadores domésticos de comienzos del siglo pasado (ama de llaves, cocinero, dama de compañía) recibieron a los visitantes. Adentro del Museo el coro Pro Música dio un concierto en el patio de la casa-museo, mientras que la Jazz Band hizo lo propio en la plaza. En tanto sobre la fachada se proyectó un mapping para dar inicio al acto. También quedó habilitada la tienda oficial del Estevez, que forma parte del inédito proyecto municipal de Tiendas de Museos, a cargo de Mauro Guzmán.
La obra
El proceso de restauración acaba de cerrar una primera etapa que constituye «una ventana abierta al pasado de la ciudad, a un estrato sepultado que estaba en la memoria de los relatos orales y que ahora se podrá contemplar como materialidad presente», según los fundamentos del proyecto.
La ventana al pasado es literal: se trata de un piso transparente transitable en el hall central, realizado como parte de un emprendimiento público-privado con la empresa constructora MSR. El piso transparente permite ver el ‘yacimiento’ excavado e investigado por el Centro de Estudios Arqueológicos de Rosario (CEAR).
Este portal conecta el presente con los orígenes de la ciudad de Rosario, cuando era una villa (aldea colonial) en el Pago de los Arroyos. La obra expone las acequias y el pozo que no sólo pertenecieron a los propietarios anteriores a la familia Estévez sino que existen posiblemente desde fines del siglo XVIII.
El Museo
El Museo existe como tal desde 1968. Fue constituido tras la donación de la casona y de sus contenidos que efectuó su propietaria Firma Mayor, viuda de Estevez. Ella y su esposo Odilo la habían comprado en 1921 a otro matrimonio, el de Melitón de Ibarlucea y Rita Alcácer.
La familia Estevez Mayor la hizo refaccionar con los prestigiosos arquitectos locales José Gerbino y Leopoldo Schwarz. Reunió, a lo largo de treinta años, una colección exquisita: mobiliario español de los siglos XVI, XVII, y XVIII, copias de muebles franceses del siglo XVIII, una colección de pinturas y esculturas europeas; trabajos en marfil, vidrio, porcelana, jades europeos, americanos y orientales, platería colonial, tapices, alfombras, y luminarias de bronce y cristales.
Todo ese tesoro, y la casa que lo alberga, están bajo la tutela de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.
En 2011 se firmó el decreto presidencial 352, que declara al Museo Estévez como Monumento Histórico Nacional. Además de la Catedral y del Palacio Municipal, es uno de los únicos edificios del siglo XIX que perduran en torno a la plaza 25 de Mayo. Esta casona que hoy es el Museo fue edificada por sus más antiguos propietarios asentada sobre las ruinas de una construcción más antigua aún, quizás una de las primeras que se hayan erigido alrededor de la antigua plaza central de la villa original del Pago de los Arroyos.
Los hallazgos arqueológicos
La obra de restauración se inició a mediados de 2021; la empresa a cargo de los trabajos encontró una evidencia material de construcciones antiguas previas a la edificación actual y tras ello la dirección del Museo celebró un acuerdo con la Facultad de Humanidades y Artes.
«Con ese diagnóstico, se visitó el lugar, y se decidió dar intervención a un grupo de geofísicos de la Universidad Nacional de Buenos Aires, del Conicet. Ellos, a través de elementos radioeléctricos, con la instrumentación del georradar, detectaron la existencia de determinadas estructuras que guiaron las excavaciones. Después empezamos una excavación en la cual participaron graduados y alumnos de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario», contó la directora del Estevez, Analía García.
Las excavaciones arqueológicas en el lugar duraron dos meses a lo largo de los cuales se descubrieron estructuras vinculadas a desagües pluviales antiguos y también un pozo cisterna o un pozo de agua, entre otras evidencias materiales que podrían indicar la presencia de los primeros pobladores de la ciudad de Rosario.