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Crisis de transporte: sobre la línea “Q” el socialismo se defendió

La secretaria de Transporte durante las gestiones de Mónica Fein, Mónica Alvarado, defendió la compra de los troles rusos, que protagonizan la nueva polémica del transporte rosarino este verano, a la que calificó como “transparente” y “sin errores de cálculo”. La exfuncionaria dijo que la adquisición de los 12 coches eléctricos que formaron parte de la ahora suspendida línea Q, se hizo en el marco de una licitación publica nacional e internacional llevada adelante por la empresa Semtur (hoy Movi), en la que figuraban las temperaturas extremas de Rosario.

Días atrás, el municipio argumentó que la suspensión del servicio tenía que ver con el recalentamiento de baterías de los troles, comprados en 2017 a la empresa Trolza cuando gobernaba el socialismo. Rogelio Biazzi, actual coordinador del gabinete, dijo que las unidades no fueron probadas en Rosario, y que no estaban preparadas para circular durante el calor que hace en verano en la ciudad. El funcionario de Pablo Javkin se despegó de la operación al asegurar: “Los compró la gestión anterior”.

Alvarado recordó que a la licitación se invitó a muchos otros fabricantes, y finalmente se presentaron dos ofertas, entre ellas la de Trolza. “En el pliego se establecía el rango de temperaturas extremas de Rosario, que se estableció entre -5 a +42 grados, y en el contrato se expandió a -5 a +55. O sea que no hubo error en comunicar cuál era el rango de temperaturas bajo el cual debían moverse las unidades”, especificó. Es decir: los rusos sabían qué temperaturas había en Rosario, y se comprometieron al firmar el acuerdo a que los coches debían soportarlas.

“No hubo objeciones respecto de la compra y el proceso licitatorio. Se firmó con condiciones muy claras y de forma muy transparente”, analizó Alvarado. En términos económicos -sostuvo- los análisis comparativos de las ofertas que hicieron las áreas técnicas de Semtur, y luego elevaron al directorio previo a la adjudicación, hablaban de una conveniencia para la ciudad en la compra de los trolebuses, en cuanto a los costos y las alternativas disponibles. Según ese acta, adquirir coches que no tengan autonomía y establecer la red aérea era mucho más costoso.

La decisión se dio en el marco del proyecto de restablecer la gran red de trolebuses y transporte eléctrico que había tenido la ciudad, e implementar un nuevo corredor de ese tipo después de más de 50 años: “La tecnología avanzaba hacia coches con autonomía, era una ventaja para sortear cortes. Teníamos la convicción de avanzar hacia el sudoeste. Era una política pública, de Estado, en defensa de la red de transporte eléctrico y sostenible”, indicó la magister y directora de la diplomatura de Movilidad Urbana de la UNR.

Otro dato a subrayar es la continuidad entre las personas que llevaron adelante ese proceso con la actual gestión, que ahora reniega de la decisión. Como ya se publicó, los que viajaron a Rusia con Alvarado a visitar la fábrica de troles fueron Carlos Comi, entonces presidente de la comisión de Servicios Públicos del Concejo, y hoy integrante del Ente de Coordinación Metropolitana por la Municipalidad de Rosario; y Eva Jokanovich, entonces gerenta del Ente de la Movilidad, y que luego fue Secretaria de Movilidad de Javkin entre 2019 y 2022. La licitación fue llevada adelante por Semtur, cuyo gerente a cargo de las licitaciones era Alejandro Gentile, quien hoy encabeza Movi.

Baterías viejas   

En tanto, la especialista en transporte y movilidad reveló un dato importante: el análisis técnico establecía que las baterías debían cambiarse cada 4 años, y ya pasaron 5. Pero como la empresa quebró en 2019, el municipio aduce que no consigue repuestos: “Si no podían comprar baterías, porque Trolza cerró, debía extenderse la red aérea. Nadie podía preverlo, era una de las fabricantes de troles más grandes del mundo, pero cuando gestionás son cosas que pasan y hay que planificar soluciones”, marcó.

En tanto, dijo que sí hubo servicio de post venta. Antes de su desaparición, Semtur hizo los reclamos pertinentes y la empresa rusa respondió enviando técnicos a que hagan las adaptaciones para poner los coches en punto. “Hubo problemas con las temperaturas, vino una delegación en 2018 y se colocó un aire acondicionado más grande, se pusieron ductos nuevos para refrigerar las baterías, y se buscaron distintas alternativas. Funcionaban a menor velocidad, pero circulaban”, puntualizó.

“Los coches se adaptaban a los compromisos. No se compró chatarra. De hecho, están funcionando en la línea K. La inversión fue hecha y las unidades prestan hoy un servicio por la red aérea”, sostuvo. En ese sentido, la propia Municipalidad sugiere que van a retomar el servicio con batería cuando bajen las temperaturas. “No está bueno que se haya dado así, porque cuando compramos fue en una de las mayores fábricas de trolebuses del mundo. No pensás que no van a cumplir”, agregó.

Sobre los dos coches que nunca llegaron, y que los rusos debían enviar en concepto de multa por las demoras en las entregas de los 12 originales, Alvarado detalló que Semtur hizo “todos los reclamos”: ante la quiebra fue a la embajada de Rusia en Buenos Aires, e intentó llevar el conflicto a los ámbitos internacionales, pero al final resultó mucho más costoso y de mayor riesgo que lo que se podía recuperar, por lo que se abandonó el litigio.